Un dron sobrevoló ayer el bulevar de San Julián de los Prados, que así se llama ahora la entrada a la ciudad por la autopista "Y", para tomar imágenes con vistas a la conversión de la calle en bulevar. El objetivo es que las fotografías contribuyan a definir el diseño del bulevar, que comenzará a realizarse el próximo mes.

El dron utilizado ayer no fue el que compró el anterior alcalde, Agustín Iglesias Caunedo (PP), para la realización de unos cursos y que permanece en un almacén de La Corredoria. No. El dron usado ayer por la concejalía de Urbanismo (Somos) que sobrevoló a un máximo de 50 metros de altura y costó 800 euros, fue contratado a una empresa de Gijón, cuyos responsables se hicieron cargo del control. Lo pilotaron durante dos horas y, con el material captado, se fijarán los criterios para convocar el concurso de ideas previsto para convertir la calle en bulevar.

El vuelo del dron enfadó ayer a Pelayo Álvarez-Valle, presidente de la Asociación de Operadores de Drones de Asturias. "El vuelo es ilegal, está prohibido que un dron sobrevuele la ciudad", dijo, y añadió que se plantea acudir a los servicios jurídicos municipales. Los responsables de la empresa contratada explicaron que el vuelo estaba permitido "siempre y cuando no se haga en zonas con aglomeraciones o edificios", extremo que Álvarez-Valle negó.