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Ruta cueva del agua (Tuernes, llanera)

Un bello complejo kárstico

La cavidad ofrece, sobre todo en verano, espléndidos rincones adornados por el musgo, la luz y los reflejos en el agua l El arroyo desemboca en el Nora

Un bello complejo kárstico

Cómo llegar: Desde Posada de Llanera nos dirigimos a San Cucao por la AS-240, donde nos desviamos a la izquierda por la LL-6 que se dirige a Agüera. Después de pasar el desvío de Tuernes nos encontramos el de Agüera, que ignoramos. Seguimos el siguiente desvío a la derecha (antes de llegar a la cantera), siguiendo por él hasta llegar a una curva muy pronunciada a la derecha, donde dejamos el vehículo.

Descripción: Es interesante advertir que el sendero de acceso al arroyo tiene algo de maleza, y que para transitar por el arroyo la época más adecuada es cuando el arroyo no lleve mucha agua, preferiblemente a finales de primavera o en verano: es posible que nos mojemos los pies.

Seguimos por el camino de la izquierda que va encajonado entre los prados desde donde divisamos la cantera de Brañes. Seguimos por el camino que da un giro a la izquierda y continuamos por él unos pocos metros. Debemos fijarnos en una piedra de un metro de alto, aproximadamente, que está a la derecha del camino, ya que dos o tres metros después de ella, a la derecha, hay un pequeño hueco entre la sebe de avellanos que se interna en el prado, descendiendo hacia la espesa arboleda que tenemos a la derecha.

El sendero desciende unos metros llegando al río Tuernes o Cuevas. Una vez en él, entramos en el complejo kárstico del arroyo de Tuernes: un lugar donde el paisaje invita al recogimiento, aunque algún que otro desaprensivo lo ha utilizado para tirar basuras. Una vez en el arroyo empezamos por la zona norte, para lo cual debemos seguir, con cuidado, por el cauce del arroyo, aguas arriba, hasta llegar a una pequeña cueva por donde surge el arroyo. Retrocedemos por el cauce durante unos metros, hasta dar con un vistoso arco, del que cuelgan varias lianas de hiedra, formando un precioso lugar.

Pasamos por debajo del arco, saltando de piedra en piedra, introduciéndonos en el complejo kárstico, para encontrarnos acto seguido con la entrada de una cueva. A los pocos metros llegamos a una cavidad que tiene dos grandes oquedades en el techo que dejan entrar la luz, permitiéndonos entrar sin linterna. Todas las piedras están recubiertas por un musgo que, junto con la luz y el reflejo de ésta en el agua, nos ofrece unos rincones preciosos.

Seguimos por la galería hasta que entramos en una sala donde el techo se ha caído, permitiendo la entrada de la luz. El arroyo se bifurca, volviéndose a juntar poco después, pero a no ser que estemos dispuestos a mojarnos no se puede pasar, pues cubre más de un metro. Aquí es interesante subirse a la piedra de la izquierda, ya que tenemos una excelente vista de por dónde hemos entrado, así como de la bifurcación del arroyo.

Después de sacar múltiples fotos regresamos al camino por el mismo recorrido, teniendo una bonita vista del arco primero que vimos. Una vez en él, continuamos hacia la derecha, para girar a la izquierda en la primera bifurcación.

Poco después vemos que sale un camino que termina en un cierre donde hay un chamizo a la derecha. Ignoramos este camino para seguir hasta encontrar el próximo a la izquierda. Seguimos por éste, que se introduce en un prado, donde vemos al fondo el chamizo anterior. Nos dirigimos hacia el fondo del prado hasta ver la pared de caliza. Aquí vemos en el fondo el arroyo y una cueva a la derecha. En este sitio, a la izquierda, quedan los restos de un antiguo molino.

De vuelta al prado, seguimos por un sendero que sale casi a la altura de la cueva (a la derecha aguas abajo), por el que descendemos hasta encontrarnos con el río Nora, que conforma un bello paraje, donde desemboca el arroyo de Cuevas o de Tuernes, atravesando la última cueva de este desconocido y bello complejo kárstico.

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