Tres altercados con arma blanca en el pasado mes de marzo durante las noches del fin de semana hicieron reaccionar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que se coordinaron para montar un dispositivo destinado a mejorar la calidad de vida de los vecinos de la zona. El plan, liderado por la Concejalía de Seguridad Ciudadana de Oviedo, no se quedó ahí. Además de reforzar la presencia policial en las calles, dieron orden a los agentes de estrechar el cerco sobre los locales que incumplían las normas de música y ruido. También de multar a las personas por mostrar comportamientos incívicos, como orinar o escupir en la calle. Además, se realizaron controles de armas y de drogas.

Según informaron fuentes municipales, los controles no han cesado. La Policía continúa compaginando las actuaciones en las fiestas de barrios con la vigilancia en el Antiguo. De hecho, durante el verano los agentes han continuado tramitando actas de intervención, la mayoría a bares por incumplir alguna ordenanza.

En las peleas con armas blancas que causaron gran alarma en marzo, coincidiendo una de ellas con el puente de Semana Santa, se registraron cuatro heridos en total. El más grave resultó ser el portero de una discoteca, que recibió un navajazo que iba directo al corazón por llamar la atención a dos hermanos que estaban consumiendo droga en el baño de un bar de copas en la calle San Antonio.