El "running" es una de las actividades deportivas que más está creciendo en España en los últimos años. La razón es obvia. Correr no requiere un equipamiento costoso ni unas instalaciones específicas. Tampoco supone una exigencia física más allá de la que el propio corredor se propone, por lo que cualquiera puede practicarlo. El problema surge cuando muchos de estos atletas aficionados tratan de correr un circuito profesional. La muerte de un "runner" y el infarto de otro durante la Media Maratón de Gijón el pasado mes de abril dejaron de manifiesto la necesidad de una preparación adecuada a la hora de enfrentarse a este tipo de pruebas.
Aquí entra en escena Intelligent Interval, una escuela de atletismo que se presenta como una alternativa a los clubes tradicionales, cuya exigencia física y de tiempo suele quedar lejos de las posibilidades de los corredores más "amateur". La clave de este club, que tiene sedes en León, Madrid, Mallorca, Ponferrada y ahora Oviedo, es, según indica el entrenador de esta última, Ramón Villa, "hacer un entrenamiento homogéneo para un grupo heterogéneo". Sus sesiones de preparación son accesibles a cualquiera que tenga "cierto nivel físico". De esta manera, mediante más o menos repeticiones de los ejercicios y variando su intensidad, cada corredor puede ajustar el entrenamiento general a su nivel particular. "Yo me preparaba por mi cuenta, pero viendo las últimas noticias me planteé la posibilidad de llevar a cabo un entrenamiento más profesional para evitar sustos", señala Javier García, de Lugo de Llanera, "runner" del club que regenta una agencia de viajes y suele practicar escalada y carrera de obstáculos.
Muchos de los corredores que se apuntan lo hacen simplemente por mantenerse saludables, como David Español, que trabaja en exportación. "Cuando corres solo muchas veces te quedas en casa, no hay nadie que tire de ti. El entrenar en grupo te anima a salir a correr y a coger una rutina ordenada de hacer ejercicio", explica Español. Otros, se apuntan porque aspiran a competir en pruebas de cierta importancia, como Marta Vergara, opositora ovetense a la que le llegó la fiebre del "running" hace un par de años. "Mi intención es llegar a correr medias maratones o incluso alguna maratón", confiesa. Otras lo tienen bastante claro, como Lucía del Valle, dependienta de un negocio de Oviedo que entró en el club "para estar en forma", pero que tiene en mente disputar la Maratón de Lisboa, que se celebra en octubre de este año. Esto es posible ya que la escuela puede tramitar licencias de atletismo y triatlón para aquellos que buscan alcanzar un nivel más profesional.
Con dos sesiones de entrenamiento por semana de una hora de duración, Ramón Villa diseña unos entrenamientos que no revela a los corredores hasta el inicio del ejercicio. "Así evito bajas de última hora", comenta entre risas. Su horario, de ocho a nueve de la tarde, facilita que todos estos atletas aficionados puedan compaginar el entrenamiento con su vida laboral. Así, el deportista más aficionado puede acceder a un entrenamiento con asesoramiento experto sin la presión de conseguir objetivos físicos concretos, sólo con la intención de disfrutar y mantenerse en forma.
