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La defensa del asesino de la mancuerna pide que lo absuelvan por loco

El acusado se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel por asesinar a su pareja, María Isabel Márquez Uría

Jorge Portillo Vega. LNE

Un trastorno mental severo impedía a Jorge Portillo Vega ser consciente de lo que estaba haciendo cuando agarró un barra de hacer pesas y golpeó con ella en la cabeza a su pareja, María Isabel Márquez Uría, hasta matarla. La defensa del asesino de la mancuerna solicita para él la absolución, que se complete su problema mental -tiene diagnosticado un trastorno mixto de personalidad- como eximente completa de cualquier responsabilidad penal en la muerte de su compañera sentimental. La letrada que se encarga de la defensa de Portillo, Ana Rojo, acaba de presentar en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer el escrito, que se suma al aportado hace unas semanas por la Fiscalía del Principado, reclamando una pena de 25 años de prisión para el acusado.

El escrito de la defensa se apoya en unos informes de parte que determinan que el trastorno mixto de la personalidad que tiene diagnosticado Jorge Portillo Vega le eximen de culpa de forma completa. "No era consciente de lo que hacía", asegura la encargada de su defensa.

En cambio, la Fiscalía del Principado se apoya en otros informes, aportados por los profesionales del Instituto de Medicina Legal que, si bien coinciden en que tiene diagnosticado un trastorno mixto de personalidad, añaden que esta enfermedad no le exime de ser imputado, puesto que, a su juicio, distingue "perfectamente" el bien del mal. En los informes queda también reflejado que el asesino de la mancuerna no visitaba a un psiquiatra desde 2011 y que llevaba cuatro años automedicándose, lo que podría haber agravado, según la defensa, su estado mental.

En general, los médicos que se han entrevistado con él coinciden en definirle como una persona "narcisista" que es "bastante coherente" en su relato excepto cuando habla de cuestiones profesionales. Es entonces cuando su discurso "se torna rimbombante" fabulando con que ha sido ejecutivo en varias multinacionales, aunque la realidad es otra.

De hecho, María Isabel Márquez no era la primera mujer a la que Portillo embaucaba con historias inventadas para aprovecharse de ella económicamente. En este sentido, el fiscal del caso entiende que, como carecía de medios de vida, trató de aparentar ante la víctima una situación desahogada con María Isabel Márquez. Según el Ministerio Público, la mujer aceptaba estas explicaciones de buena fe "porque dependía afectivamente de él". Así que atendía todas sus peticiones y caprichos, hasta que llegó a endeudarse. Antes de conocerle, y así lo reflejan los informes económicos aportados por la Policía, la víctima tenía una economía saneada.

Los hechos, que serán juzgados en una fecha aún pendiente de señalar, se remontan al 5 de noviembre del año pasado, cuando el acusado decidió acabar con la vida de su pareja en la vivienda que compartían en la calle General Zuvillaga. Les habían cortado la luz por impago y ella tenía una cita en el banco, por lo que estaba a punto de descubrir que estaban arruinados. Así que Portillo la llamó para que fuera al dormitorio con el pretexto de mostrarle una fuga de agua. En el momento en que ella se arrodilló sobre la cama para observarla, la atacó con la mancuerna.

Jorge Portillo permanece en prisión provisional sin fianza por esta causa desde el 10 de noviembre, cuando se entregó a la Policía porque, según su relato, no tuvo valor para quitarse la vida.

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