La Policía Nacional busca a tres personas -dos mujeres y un hombre- por estafar una cantidad importante de dinero a una octogenaria mediante el timo de la estampita en Oviedo. Los hechos tuvieron lugar el pasado martes por la mañana y la víctima ha puesto los hechos en conocimiento de las autoridades policiales por medio de una denuncia. "Me la dieron pero bien", se lamentó la mujer, que asegura haber perdido "unos miles de euros" de sus ahorros, que guardaba a buen recaudo en el interior de su domicilio en la ciudad.
Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA por fuentes policiales, se trata de una réplica del timo de la estampita en su modalidad "más clásica". Al parecer, una persona con aparentes problemas mentales abordó a la víctima en la calle y le enseñó un sobre lleno de "estampitas". De un simple vistazo, la víctima de la estafa comprobó que se trataba de un fajo de billetes. Para su sorpresa, la chica no paraba de romper y arrugarlos, echándolos a perder. En ésas estaba cuando, unos minutos después de la aparición de la primera "actriz", entró en escena su gancho, una mujer que dijo que pasaba por allí y que le había llamado la atención lo que estaba sucediendo. Esta segunda persona propuso a la anciana realizar un negocio: hablarían con la chica para comprarle las "estampitas" y se repartirían el fajo de billetes.
Una de las partes más amargas de este timo es que, para que funcione, la víctima tiene que pecar de avariciosa. Es lo que sucedió también en este caso. Tentada por la posibilidad de hacerse con una importante cantidad de dinero, la octogenaria estafada accedió a que la acompañasen a su domicilio para recoger unos ahorros y realizar el pago. Al final, cuando creía que había hecho el negocio de su vida, descubrió que a cambio de su dinero le habían entregado unos recortes de papel.
Fuentes policiales explicaron ayer que la denuncia está en fase de investigación y que los investigadores asignados al caso están realizando pesquisas para dar con los timadores.
Por sorprendente que parezca, la Policía Nacional asegura que los engaños más clásicos como "el tocomocho" o "la estampita" sobreviven a la era digital. En las charlas de seguridad para mayores que los agentes desarrollan en los centros sociales de la ciudad nunca dejan de lado los consejos para evitar ser engañados por "auténticos profesionales". La desconfianza es el mejor seguro antirrobo.
