"La presencia del alcalde de Marbella, Jesús Gil, en el puerto deportivo de la ciudad, acompañado de una veintena de policías municipales y de varios guardias de seguridad privada, encolerizó a un centenar de jóvenes que le profirieron fuertes insultos, como 'dictador' y 'Hitler', y le arrojaron botellas y vasos. Los agresores se encontraban en los locales nocturnos que Gil pretende cerrar. La Policía cargó con dureza con gases lacrimógenos. Alrededor de quince personas resultaron con heridas de diversa consideración, entre ellas el primer teniente de alcalde, y un coche de seguridad fue quemado".