Las tiendas del Oviedo antiguo se preparan para sacar las ventas a la calle una vez al mes y a partir de octubre. Todos los primeros sábados de cada mes expondrán y ofrecerán sus productos al aire libre, emulando el "mercado de las ranas" promovido por los comerciantes del barrio de las Letras de Madrid o, salvando las distancias, a los del Portobello londinense, el parisino de las Pulgas o el Soho neoyorquino. La Asociación de Comerciantes del Oviedo Antiguo (Acoa) ya ha solicitado a las concejalías de Comercio y de Urbanismo los permisos para hacerlo y confía en contar con que regulen esa nueva actividad, del mismo modo que las terrazas de la hostelería. Con ese propósito Acoa ha convocado también, con el patrocinio del Ayuntamiento y la colaboración del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior de Asturias y la Escuela de Arte de Oviedo, un concurso de decoración de fachadas.

Cristina García Muñiz, secretaria de la asociación de comerciantes, explica que el propósito es "decorar el Antiguo para dinamizarlo" y "darle vida". Entiende que la propuesta no es extensible a otras zonas de la ciudad, pero considera que, en el caso del casco histórico, sería un acierto aprovechar que están en "una zona de gran afluencia turística".

Cristina García plantea una regulación similar a la de las licencias de las terrazas de los establecimientos hosteleros. "No nos importaría pagar por ocupar la calle, como ellos", comenta, y asegura que, en esta iniciativa, "los vecinos nos apoyan totalmente".

Entre tanto, al concurso de decoración de fachadas que han convocado se han presentado nueve proyectos. El verano ha hecho decaer la respuesta a la convocatoria, explica Ángel Terán, decano del Colegio Oficial de Diseñadores de Interior de Asturias, y por esa razón se ha ampliado el plazo de presentación de proyectos hasta el 15 de septiembre.

Bajo el nombre de "Interacción" el concurso de arquitectura efímera nace con vocación de perdurar a lo largo de los años, según Terán. Está abierto a profesionales y estudiantes, que deberán diseñar decoraciones, con un coste no superior a los 150 euros, para el exterior de las tiendas que participan en el concurso, cerca de treinta del centenar que integran la asociación de comerciantes del Antiguo.