Son grandes, están hambrientas y han ganado tanta confianza en el barrio que hasta se enfrentan a los viandantes que se cruzan en su camino. Así describen los ovetenses que viven en La Florida a los ejemplares más osados de la "plaga de ratas" que trae de cabeza a los vecinos de la zona desde hace tiempo. "Pueden verse desfilar por las noches sobre las aceras mientras buscan comida. Son muchas y parece que no le tienen miedo a nadie", explica el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Emilio Peña, quien ya ha recibido "infinidad" de quejas de los ciudadanos "para que la situación se solucione cuanto antes".

El foco de los problemas está localizado en el entorno de la pasarela que cruza desde La Florida a la Argañosa sobre las vías del tren, concretamente en unos terrenos plagados de maleza que se encuentran entre esa estructura y los centros comerciales situados avanzando hacia el nuevo puente de La Florida. "Aquí las hay gigantes. Hace unos días una vecina mía pasó por ahí y me dijo que se había encontrado con cuatro. No es raro tropezarse con alguna todos los días", asegura Mari Paz Lara, una ama de casa que vive frente al "nido de las ratas".

En esa manzana también se encuentra una panadería que ya ha sufrido alguna que otra vez la visita de los roedores. "Tenemos que trabajar con las puertas cerradas. La harina es como un caramelo para las ratas y cuando hacemos el pan por las noches se acercan para tratar de llevarse algo", señala Beatriz Francisco, una de las empleadas del establecimiento. La mujer lo tiene hablado con muchos de sus clientes y "hay muy pocas personas que vivan en esta parte de La Florida y que no se hayan encontrado al menos alguna vez con una rata mientras iban por la calle".

El portavoz vecinal del barrio considera que la situación es tan "alarmante" como para tomar medidas cuanto antes. "Ya lo hemos pedido en el Ayuntamiento en unas cuantas ocasiones. Es necesario limpiar esta zona cuanto antes o que se obligue a los propietarios de la parcela a hacerlo. La situación ya pasa de castaño oscuro y podría afectar a la salud de los vecinos de la zona", sostiene Emilio Peña. Otro punto de

Aunque para los denunciantes es el principal punto a erradicar, el solar situado cerca de la pasarela no es el único punto del barrio en el que anidan los roedores. La crisis del ladrillo ha dejado en La Florida un buen número de solares vacíos que en la época de la burbuja inmobiliaria iban a ser destinados a viviendas. La dejadez de algunas de las empresas propietarias de esos terrenos ha propiciado que las parcelas se conviertan en "auténticas selvas" en las que también "se encuentran todo tipo de animales". En este sentido, la asociación de vecinos de La Florida exige a los responsables municipales que se pongan en contacto con los propietarios para que se hagan cargo de la limpieza. "No pueden tener las parcelas en este estado durante toda la vida si no van a construir", protesta Peña.

Mientras tanto, los vecinos de La Florida siguen luchando contra las ratas. "Son tan grandes como gatos y les tenemos miedo porque se erizan al vernos", señala Carmen Álvarez.