En estado "muy grave". Así se encontraba al cierre de esta edición F. F. G. un hombre de 44 años que se precipitó al vacío desde un tercer piso y acabó impactando contra el suelo "en una especie de patio interior" situado en la parte trasera de una conocida joyería situada a la altura del número 25 de la calle Uría. A última hora de ayer, la Policía aún seguía tratando de aclarar en qué circunstancias se había producido la caída.

Algunos de los testigos afirman que F. F. G. se encontraba hospedado en un hostal cuyas habitaciones están situadas sobre la citada joyería. Por causas desconocidas, a eso de las cuatro y cuarto de la tarde, el hombre se precipitó desde el tercer piso. "Acabábamos de abrir. Sentimos algo de ruido, pero no nos podíamos imaginar que se tratara de una cosa así", afirma uno de los propietarios de la joyería.

Según explican desde el establecimiento, el herido cayó justo en un patio interior "muy estrecho" que se encuentra en la parte de atrás. "Es como una especie de respiradero, hay unas ventanas para que la tienda respire", señalan. Las dimensiones del espacio en el que acabó el hombre hicieron que las tareas de rescate se hiciesen más difíciles y fue necesaria la presencia de los bomberos. "El rescate no fue nada fácil. Estaba en una zona en la que no hay muy buen acceso y presentaba lesiones muy graves", explican fuentes de los servicios médicos que tomaron parte en la operación.

Al llegar al Hospital Central Universitario de Asturias el herido presentaba un fuerte traumatismo craneoencefálico, traumatismos en varias de sus extremidades y algunos cortes y contusiones. "Se ha dado un golpe tremendo, pero cuando salía de aquí estaba consciente y eso nos tranquilizó un poco. Esperemos que se ponga bien", afirman los trabajadores de la joyería. Según los servicios médicos, al cierre de esta edición el hombre seguía con vida.