La concejala del PP, Belén Fernández Acevedo, calificó ayer de "esperpéntico" el plan del equipo de gobierno de restringir los accesos a la Catedral para evitar aglomeraciones. "Al señor Sánchez Ramos (en referencia al concejal de Festejos, de IU) solo le falta poner a los agentes de la Policía Municipal a servir mojitos en el Rincón cubano", ironizó ayer con la situación la concejala, que llevaba el área de Festejos en el anterior mandato de Agustín Iglesias Caunedo. "Ahora pretende ponerlos de porteros en las entradas de la plaza de la Catedral para cerrar los accesos cuando no se sabe quién, ni con qué criterios, decida que el recinto ya está muy lleno", añadió la edil.

Fernández Acevedo también acusó al concejal de Festejos de "no decir la verdad" al asegurar que la ley no obliga al Ayuntamiento a hacer un plan de autoprotección para la Catedral, exigible, según argumentó para espacios con aforos superiores a las 20.000 personas.

"Lo que dice el real decreto de las normas básicas de protección es que los espacios abiertos de más de 20.000 personas precisan de una regulación sectorial específica. Pero en ningún caso señala que los espacios abiertos de menor aforo no deban tener un plan de autoprotección. Sólo un necio puede resistirse a que se realice dicho plan para un recinto de conciertos por el que pueden pasar, por pésima que sea la programación, miles de ovetenses", resolvió.

En el mismo sentido se manifestaron ayer los profesionales de la Asociación de Vigilantes de Seguridad del Principado de Asturias (Avispa). Su portavoz, Jorge Cuesta, acusó a Roberto Sánchez Ramos de realizar "una interpretación torticera e interesada de la ley para engañar y confundir a los ciudadanos". El colectivo también defendió ayer ser un organismo "independiente" al que no le mueven intereses políticos ni económicos. "No fuimos contratados para la seguridad de la Ería", aseguran.