Si hay que promocionar el Camino Primitivo a Santiago desde el Ayuntamiento nada mejor que hacerlo habiéndolo recorrido antes. Esa idea debió pasar por la cabeza del concejal socialista Diego Valiño mientras planificaba sus vacaciones y el pasado miércoles, al mediodía, culminaba el reto que había emprendido doce días antes. A media mañana llegaba a la plaza del Obradoiro, a pie. Para celebrarlo alzaba su mochila sobre su cabeza en mitad de la plaza, con la fachada de la catedral compostelana al fondo, y subía la fotografía a su muro de Facebook junto al comentario "Prueba superada".

Diego Valiño empezó sus vacaciones hace quince días. No tenía planes y pensó en el Camino de Santiago. El Ayuntamiento de Oviedo está divulgando las excelencias del Camino Primitivo, el que partiendo de Oviedo realizó el rey Alfonso II; Valiño había estado de visita en el albergue de peregrinos de Oviedo hacía apenas un mes y durante sus años de estudiante universitario vio a varios de sus compañeros partir hacia Santiago, así que pensó que había llegado su turno.

Ayer, ya de regreso en Asturias, hablaba de la belleza del Camino y de la gente que conoció en él. "No me encontré con asturianos, había sobre todo extranjeros", comentaba, reflexionando a luego sobre la necesidad de divulgar más y mejor los atractivos de la ruta jacobea en la región.

Por lo improvisado de su decisión, Diego Valiño no se sometió a una preparación física previa. "Me puse a andar, me equipé, cogí la ropa justa...", cuenta, y a una media de unos veinticinco kilómetros por día llegó a las puertas de la Catedral de Santiago.

"El Camino es más duro en Asturias que en Galicia", afirma, y comenta que la ruta que parte de Oviedo "no está masificada". "Al llegar a Melide, donde se unen el Camino Francés y el Primitivo, comienza el tráfico de peregrinos. En el Primitivo siempre encontré donde alojarme y pude dormir en una cama", refiere. "Es el más bonito", opina. Valiño califica la experiencia de "muy recomendable" y anima a los ovetenses a lanzarse a esta aventura. Él ha disfrutado del paisaje, de las caminatas, ha conocido gente, ha practicado idiomas y vuelve con la mochila cargada de "grandes recuerdos".