Numerosos turistas lamentan la "gran distancia" que separa el aparcamiento gratuito habilitado en la parte baja del Naranco de los monumentos prerrománicos. Por ello, son numerosos los grupos reducidos de personas que deciden subir hasta los edificios con sus vehículos y dejarlos aparcados a unos pocos pasos de las joyas del Naranco, en plena cuneta -como muestra la imagen-, pese a la prohibición expresa de aparcar allí. Para los guías turísticos, esta situación es "alarmante". "Si ya es peligroso que los turistas que acceden a pie deban hacerlo caminando por el arcén, aún más es que tengan que sortear coches", señala Marian Bravo.