Los acusados por los dos robos violentos ocurridos en el casco viejo de Oviedo en la madrugada del domingo 21 de agosto regresaron ayer a Villabona -donde se encuentran preventivos- sin que se celebrase el juicio rápido que estaba previsto contra ellos en el Penal número 4 de Oviedo. Las defensas de los jóvenes imputados -un español y un saharaui- lograron que el juez aplazase la vista alegando que aún no tienen en su poder las pruebas periciales que solicitaron -fundamentalmente informes médicos sobre las heridas de las víctimas- y que esa circunstancia les impide defender a sus clientes con todas las garantías. El juicio se celebrará el 22 de septiembre y la Fiscalía solicita 10 años de cárcel para cada uno de los acusados.

El primero de los robos se produjo sobre las tres de la madrugada en la calle El Rosal. Según la Fiscalía, los acusados, junto con otras dos personas que no han sido identificadas, abordaron a dos ciudadanos con el pretexto de pedirles un cigarrillo. Uno de los imputados ellos les amenazó con una navaja y les robaron dos móviles y 15 euros. El otro robo tuvo lugar una hora más tarde en la calle Postigo Alto. La Fiscalía sostiene que los dos acusados, junto con otras dos personas -una de ellas menor de edad y otra que no ha sido identificada-, se echaron encima de un joven y le arrebataron un teléfono móvil, al tiempo que le propinaban "continuos puñetazos por todo el cuerpo y le tapaban la boca para que no pidiera auxilio".

Uno de los acusados está además en Villabona tras agredir supuestamente a un menor con una navaja en el parque de San Pedro de los Arcos de Oviedo el pasado 20 de agosto.