"El Centro Asturiano de Oviedo ha saltado con una regular y reveladora insistencia a las páginas de actualidad local. En realidad, los motivos están bien claros: primero se mejoraron adecuadamente las instalaciones sociales, haciéndolas más confortables, y después se dio la noticia

de que los ánimos directivos estaban decididamente dispuestos a llevar adelante uno de sus propósitos más entrañables y antiguos: la conversión de su finca, en el Naranco, en una moderna zona de recreo a base de campos de juego, piscinas, restaurante, bar y residencia. Pero ahora, lo que más preocupa al Centro es esto: aumentar su número de socios".