Eduardo Fernández-Pola, que presidía y había sido uno de los fundadores de la asociación Amigos del Naranco, comprometida con la preservación del monte ovetense, falleció ayer en Oviedo a los 91 años de edad. Natural de Ribadeo, había trabajado durante más de treinta años en el Banco Herrero y en estos últimos, ya jubilado, se volcó en la práctica del montañismo y en las actividades culturales. Esta tarde, en la capilla del tanatorio de El Salvador, se celebrará un rito exequial por él de cuerpo presente.

A pesar de su edad, Fernández-Pola seguía activo en varios frentes. Presidía una asociación volcada en la defensa del monte Naranco y lideró numerosas iniciativas en favor de la protección, mantenimiento, recuperación y mejora del patrimonio natural e histórico del municipio. Unos meses atrás participó en la reunión que Amigos del Naranco mantuvo con Wenceslao López, tras su llegada a la Alcaldía.

En el monte Naranco Eduardo Fernández-Pola tenía una pequeña huerta, en la que disfrutaba trabajando.

Su hija Juana Fernández-Pola Martínez lo definía ayer como "una persona con muchas facetas". De origen llanisco, su familia se trasladó a Ribadeo por el trabajo de su padre, que dirigía allí una oficina del Banco Herrero. Con el tiempo, también él estaría empleado en la misma entidad. Fue representante sindical a nivel nacional por CC OO y durante muchos años, durante el régimen franquista, estuvo afiliado al Partido Comunista.

Una de sus pasiones era la montaña. Fue secretario del grupo de montañeros Vetusta, era un experto en la escalada sobre hielo y ascendió al Urriellu en varias ocasiones. La Federación española de Montañismo le otorgó su medalla al mérito. Su hija refiere que "fue un gran amante del esquí y colaboró en el nacimiento de la estación de Valgrande".

Compartía sus inquietudes culturales con sus compañeros de la tertulia Foro, a la que invitaban a personalidades de ese ámbito a dar charlas, y fue unos de los vecinos de las casas del Cuitu, en la calle Uría, por cuya protección luchó con energía.

En 2013 Eduardo Fernández-Pola enviudó de Marina Martínez Baragaña. Tenía cuatro hijos, uno ellos, su primogénita, ya fallecida.