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Illán Fernández Ginzo

"Yo paso el día entero en casa de mis abuelos, me encanta estar en Cubia"

"Este guiso siempre me dijeron en mi familia que era tradicional prepararlo para la hora de la cena; es muy sencillo y está muy rico"

"Yo paso el día entero en casa de mis abuelos, me encanta estar en Cubia"

Illán Fernández Ginzo, que hace pocos días acaba de estrenar sus 18 años, no tiene en casa ningún mandil que le avale como cocinero, ni falta que le hace, pues cuando es necesario se arremanga como el que más y se pone a cocinar en la casa de sus abuelos José María y Malia, alguno de los platos sencillos que como nieto conoce de primera mano y también como comensal.

A pesar de ser tan joven es muy responsable y señala, mientras va cortando las patatas para preparar el guiso, que hace poco aprobó el carné de conducir a la primera, tanto el teórico como el práctico, y que está muy contento por ello, "pero soy muy prudente al volante", matiza. Al tiempo que su abuela Malia, presente en la conversación, reitera que "Illán ye un chaval muy responsable, lo ye desde críu".

Contrariamente a lo que pasa con la gente joven, que llegada cierta edad prefieren la ciudad a los pueblos, Illán Fernández es un defensor de la vida en la aldea y del mantenimiento de las costumbres. Buena parte de los días, y en ocasiones los días enteros, los pasa con sus abuelos en las Casas de Abajo, uno de los barrios del pueblo de Cubia, en Grado. "Yo aquí estoy encantado con mis abuelos, puedo pasarme con ellos el día entero. Si bien es cierto que en verano hay más gente y más casas ocupadas, a mí me gusta todo el año. Siempre tengo algo que hacer, siempre estoy entretenido, cuando no estoy de charla con los vecinos", afirma Illán, quien a renglón seguido añade que ello no le impide "salir también por Grado con mis amigos y divertirme con ellos. Se puede hacer todo. A mí, personalmente, me encanta estar en Cubia; me gusta trabajar la tierra, me gustan los animales y además disfruto de la tranquilidad y de la paz del pueblo. Es una filosofía de vida distinta, diferente a la de muchos jóvenes de mi edad, pero es la mía", matiza este joven asturiano del que tan orgullosos están sus abuelos. Y no es para menos, pues con apenas 16 años junto a un tío y a un primo, recuperaron unas fiestas, las de su pueblo, que llevaban 28 años sin celebrarse. "Son las fiestas de la Virgen de Miruxéu, el 15 de agosto. Preparamos tres días de festejos y la verdad que estuvieron muy bien. Empezamos a organizarlas hace tres años y creo que la gente quedó contenta".

Otra de las pasiones de este jovencísimo aficionado a la cocina es el cultivo de la huerta. "Yo planto cualquier cosa y todo me sale. La verdad que tengo buena mano para ello, pero eso es gracias también a todo lo que me enseña mi abuelo. Él muchas veces siéntase allí conmigo, mientras trabajo, y me va asesorando", afirma. En cuanto al guiso que presenta, fácil de hacer y al tiempo apetecible, afirma que antiguamente se preparaba en muchas casas de la zona para cenar. "Es muy sencillo y está muy rico. Yo, para que no tenga mucha grasa, hiervo antes el chorizo unos minutos, y luego lo incorporo".

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