"En la prolongación de Doctor Casal -que es, hablando claro, una caleya sucia, maloliente y oscura- hay, como ustedes saben, una serie de barracones albergando talleres de los géneros más diversos, aunque predominen los relacionados con el automóvil, con su secuela de grasas, chatarra. Además algunas de sus edificaciones están a punto de venirse abajo y alguna ha sido abandonada por su peligro de inminente derrumbe”.