"Bien puede decirse que hablar hoy del tiempo no es un recurso. Es, por el contrario, referirse a la máxima actualidad. Porque ayer se habló de muy pocas otras cosas aparte del calor, de los treinta y seis grados que decían unos o de los cuarenta que aseguraban otros, de los termómetros situados en las casas, en los coches, al sol o a la sombra, en fin, en cuanto girase en torno a esa temperatura agobiadora y a ese viento de desierto que padecimos. No sabemos que dirán los más viejos, pero desde hace bastantes años no hacía tanto calor".