La aprobación por unanimidad del segundo punto del orden del día llegó -tras el acuerdo alcanzado en la Filmoteca- con la defensa del archivo histórico de la Fábrica de Armas de Trubia. Todos los grupos habían consensuado un texto, pero la cosa se torció al llegar al Pleno cuando tomó la palabra, en representación de los vecinos de Trubia, el historiador Toño Huerta.

Su discurso, con alguna pulla al PP, irritó a Caunedo, que se dio la vuelta hacia el portavoz adjunto, Gerardo Antuña para decirle: "Es la hostia, no se firma más con esta gente, sois unos inconscientes".