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La Fiscalía archiva la denuncia sobre la retirada del coche de Taboada por la grúa

El fiscal cree que no hubo un trato de favor a la líder de Somos porque el vehículo no está a su nombre y el permiso para aparcar "no es nominativo"

Ana Taboada. PEDRO H.

La Fiscalía del Principado de Asturias ha decidido archivar la denuncia que interpuso Ciudadanos para esclarecer el "multagate", que es como se conoce el caso de la retirada por parte de la grúa del coche de la primera teniente de Alcalde, Ana Taboada (Somos), que hace un año lo sacó del depósito de vehículos sin pagar ni arrastre (84 euros) ni multa (alrededor de 200). El Ministerio Público considera que no hay indicios de delito y que la Policía no dio un trato de favor hacia la líder de Somos, como denunció la formación naranja tras conocer que los agentes destruyeron el expediente. El fiscal entiende que el vehículo, que no está a nombre de Taboada, no sólo tenía autorización vigente para aparcar en la zona reservada a concejales - la calle Padre Suárez, de donde fue arrastrado- sino que destaca que dicha autorización es "no nominativa", lo que dificulta establecer una relación directa entre las actuaciones policiales y la intención de favorecer a Taboada.

En un auto de once páginas, al que ayer tuvo acceso LA NUEVA ESPAÑA, el fiscal hace constar, antes de ordenar el archivo, los argumentos de los agentes de la Policía Local implicados en un caso que, desde el pasado mes de octubre ha dado impactantes giros con denuncias que se creían destruidas aparecidas por sorpresa y detalles que envolvieron el asunto en un intrigante misterio.

Según consta en el auto, los agentes sostuvieron ante el fiscal que Taboada no abonó nada para sacar el coche del depósito porque fue retirado por "razones de seguridad" al tener una ventanilla bajada (esos casos no conlleva multa) y un "bolso tipo riñonera y carpetas" dentro. Y explicaron que el agente de policía cumplimentó una denuncia en papel -llevaba un PDA pero no daba datos porque "o bien la batería se había colgado o bien fallaba la conexión"- pensando que el coche no tenía autorización (la tenía, pero no situada en el salpicadero sino en el asiento), pero que la dejó de rellenar cuando comprobó que había una ventanilla bajada. En ese momento, el agente comunicó "verbalmente" la situación, pero "no modificó la denuncia" que había iniciado en papel.

Siempre según el auto, el agente llegó al depósito y le comunicó por teléfono la incidencia (había abierto un boletín de denuncia pero la había dejado a medias al ver la ventanilla bajada) al inspector jefe de la grúa, que estaba tomando un café en un bar cercano. El inspector, que en su día reconoció que ese día estaba de vacaciones y que volvió a la oficina para resolver el asunto, le dijo que le dejara la denuncia fallida encima de la mesa de su despacho para proceder a su destrucción. Eran las 12.00 del mediodía. En torno a las 14.30, dos horas y media después, el inspector llegó al despacho y procedió a su destrucción. En ese intervalo de tiempo, los agentes sospechan que "alguien tuvo que fotocopiar" la primera página de las tres copias que forman el boletín. Y esa sería la copia de la denuncia que se daba por destruida y que apareció meses después, contra todo pronóstico y ante la sorpresa de todos, en el despacho del concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández (PSOE).

El boletín inicial hecho por el agente estaba relleno una parte a bolígrafo azul y otra a bolígrafo negro, lo que levantó la sospecha de que pudiera estar manipulado. Según el auto, los policías explicaron este hecho asegurando que una parte lo cubrió el agente declarante y otra el conductor de la grúa.

En el auto no consta una de las primeras versiones dadas por el Jefe de la Policía, que sostenía que el expediente con el caso estuvo unos días desaparecido y por lo que habría ordenado una investigación policial.

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