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Las playas con ritmo de Felipe del Campo

El músico asturiano presenta en Oviedo "En la orilla", un recorrido por sus característicos arenales minimalistas y "de brocha gorda"

El músico y pintor asturiano Felipe del Campo, ayer, delante de varias de sus obras expuestas en Oviedo. L. CARADUJE

Como le pasó a Picasso, Felipe del Campo (Gijón, 1946) también puede alardear de su etapa azul. Pero al contrario que el famoso creador, la etapa azul del músico y pintor asturiano está llena de luz y alegría. "Si tuviera que definir estos 20 años que llevo pintando, diría que empecé en la naturaleza verde para acabar en la azul, pero con matices", dice riendo. Precisamente, son esos paisajes azules con matices los que dominan sus últimos trabajos, que componen la exposición "En la orilla", que se puede ver hasta el 23 de septiembre en la sala BBVA de Oviedo.

Integrante del dúo musical "Felipe y Bottamino", que disfrutó de un gran éxito entre los años 70 y 90; Del Campo se animó con la pintura para seguir los pasos de sus antepasados. "Mi padre, Gonzalo del Campo, era un artista. Tallaba, hacía collage y se dedicó a fotografiar todos los edificios que se estaban tirando en Gijón en los años 60. Hizo más de 2.500 fotos que hoy están en manos del Museo del Pueblo de Asturias de Gijón, porque es un archivo único", cuenta. Pero también su abuela paterna, Carolina del Castillo, dedicó su vida a este arte. De hecho, fue la intención de parecerse a ella lo que le animó a entrar en este mundo. "Quería pintar tan bien como ella. Y como Sorolla", dice entre risas. Y aunque el artista valenciano fue su punto de partida, en esta exposición, la número 46 de su carrera, es en la que más se aleja de él. "Siento que ya tengo mi estilo propio. Comparto con él el gusto por el brochazo, de hecho estas playas son de brocha gorda, y su figuración". Sus arenales, todos pintados al natural en su casa de Gijón, directamente de la cabeza al pincel, son más minimalistas que nunca, y con más textura y profundidad para hacer olvidar al receptor la lluvia que protagoniza estos últimos días de verano en Asturias.

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