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El Principado ofrece más plazas MIR de familia para paliar la falta de médicos

La Consejería negocia con el Ministerio para recuperar la docencia en Jarrio, Cangas, Arriondas y Mieres La oferta global es de 180 plazas

Aspirantes a las pruebas MIR celebradas en Oviedo el pasado 6 de febrero. LNE

La Consejería de Sanidad del Principado ha aumentado en siete plazas la oferta a licenciados en medicina para especializarse por la vía MIR a partir de mayo de 2017. La convocatoria global incluye 180 puestos, 7 más que la de este año. La especialidad que más gana es medicina familiar y comunitaria, que pasa de 28 a 32 plazas. Con este aumento, Sanidad aspira a paliar el déficit de facultativos que sufre la sanidad pública asturiana. Una insuficiencia que es particularmente acuciante en medicina de familia, pediatría, radiodiagnóstico y anestesia. Este verano, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) fue incapaz de encontrar médicos de primaria suficientes para realizar las sustituciones necesarias en los centros de salud de la región. Incluso en Oviedo, concretamente en Ciudad Naranco, quedó desguarnecida alguna consulta a causa de la falta de profesionales en el mercado.

Además de aumentar la oferta de plazas de formación MIR, la Consejería de Sanidad está trabajando con el Ministerio del mismo ramo "para recuperar la formación MIR de medicina de familia en las áreas sanitarias periféricas en las que nos la habían quitado", señalaron fuentes de la Administración sanitaria.

Y es que, el año pasado, el Ministerio de Sanidad retiró a Asturias 14 plazas de formación MIR de medicina familiar y comunitaria. El Gobierno regional vio en esta medida "una clara motivación política". "En los próximos 15 años van a jubilarse 645 médicos de primaria, unos dos tercios de la plantilla total, y con este recorte de plazas de formación queda comprometido el recambio", declaró entonces el Principado.

Dos fueron los argumentos aducidos por Sanidad para aplicar el citado recorte de puestos de formación. Por una parte, que los hospitales a los que estaban asignados estas plazas no alcanzan los 500 partos anuales. Por otra, que no llegan a 70 urgencias diarias atendidas. Todo ello sobre la base de que la especialización en medicina de familia, aunque se desarrolla en buena parte en los centros de salud, tiene como sustento un hospital en el que aspirantes rotan por los diversos servicios y atienden las urgencias. "Estos criterios sitúan en una clara desventaja a todos los hospitales comarcales", lamentó entonces la Consejería de Sanidad. La medida dejó sin plazas de especialización a los centros hospitalarios de Jarrio, Cangas del Narcea, Arriondas y Álvarez-Buylla de Mieres. El recorte afectó también, pero sólo de forma parcial, a las áreas sanitarias de Langreo, que se perdió cuatro de las ocho plazas que tenía acreditadas, y de Gijón, donde el argumento del Ministerio se centraba en que el Hospital de Jove carece de servicios de obstetricia y, por consiguiente, no atiende partos, y de pediatría.

Ahora, el Principado reacciona con un incremento de la oferta de plazas para especializarse a partir de 2017. Las cuatro plazas que gana medicina de familia con relación a este año corresponden a Oviedo y a Gijón (dos en cada área sanitaria). En las restantes especialidades, la cifra de puestos apenas experimenta variaciones.

Debido a la escasez de médicos en algunas de las disciplinas antes citadas, la Consejería de Sanidad se ha visto obligada a atender la demanda de algunos facultativos que solicitaron continuar en activo más allá de los 65 años. Durante años, la Administración sanitaria había aplicado sin apenas excepciones la jubilación obligatoria al cumplir los 65 años.

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