El primer día de las fiestas de San Mateo tuvo un invitado al que todos los hosteleros temen: el "botellón". Tras unos meses de férreo control por parte de la Policía Local, con dispositivos especiales los fines de semana más "calientes", el gremio de la hostelería se queja de que en las últimas semanas -sobre todo desde finales de agosto- se han relajado los controles sobre el consumo del alcohol en la calle. Pero sobre todo ponen como ejemplo lo sucedido en la noche de ayer, la primera de las fiestas mateínas.

"La plaza del Sol estaba impracticable", aseguraba un hostelero de la zona, que se quejaba de que más de un local del entorno "no vendió ni un copa" al quedarse prácticamente aislado por la marabunta de gente en la calle. Desde la Asociación de Bares de Copas del Oviedo Antiguo (Abaco), Pepe Reina, su presidente, asegura que "está todo muy masificado". Reina entiende que "controlar el 'botellón' en estas fechas es complicado", pero confía en que el Ayuntamiento haga un esfuerzo para evitar el perjuicio que el consumo de alcohol en la calle causa a los empresarios de la noche. Lo que sí ha habido el primer día de las fiestas, reconocen otros hosteleros que prefieren mantener el anonimato, ha sido un "control desigual" de la Policía Local de las barras instaladas en la calle. Hay quien dice que casi con el chupinazo encima tuvo que levantar todo el montaje exterior "porque la barra medía unos centímetros más de lo permitido". Otros, en cambio, se quejan que en otras zonas hubo empresarios que "camparon a sus anchas" llegando a convertir las ventanas de sus locales en improvisadas barras. La Policía Local también se dejó ver por muchos chiringuitos y locales con medidores de ruidos para garantizar el cumplimiento de la normativa.

Miguel García Álvarez, Miguelo, uno de los empresarios de la noche con más trayectoria en la ciudad, teme que con la llegada de los días grandes el "botellón" se dispare con la llegada a la ciudad "de jóvenes de otras ciudades como Avilés y Gijón". Más allá del consumo masivo de alcohol, Miguelo se queja principalmente de dos cosas: Que no se está cumpliendo en mantener abiertas las vías de evacuación del entorno de la Catedral y la falta de urinarios públicos en la calle. "La vías de evacuación de la Catedral ayer (por anteayer) estaban ocupadas por las furgonetas de los artistas", aseveró el hostelero." Y los baños son muy escasos", añadió.

En cuanto a la afluencia de gente el primer día de las fiestas de San Mateo, Miguelo afirmó que, a su juicio, "hubo menos movimiento que otros años". El hostelero cree que esto se debió a que "otros años hizo muy buen tiempo y este amenaza lluvia". Pero tanto Miguelo con el resto de los hosteleros cuya opinión pulsó ayer este periódico, todavía no es el momento de hacer balance del éxito de las fiestas, las primeras que organiza en su totalidad el tripartito, ya que las del año pasado fueron cerradas por el PP antes de las elecciones y el pacto de la izquierda local (Somos, PSOE e IU).