El ambiente en La Mateína, el nuevo chiringuito instalado en la Corrada del Obispo, también cumplió con las expectativas el día de su inauguración. La actuación de Rodrigo Cuevas, el padre de la "tonada glam", animó a los ovetenses a acercarse para disfrutar del espectáculo y tomarse algo. "Voy a cantar unas coplillas, a retozar un poco y a enseñar la mayor parte de mi cuerpo", avisaba el artista antes de comenzar con el concierto.

Ataviado con madreñas, montera picona, liguero y su singular bigotazo, Rodrigo Cuevas invitó a los asistentes "a disfrutar de las fiestas, a no ser unos muermos y a disfrutar de la vida alegre". Junto a él estuvo "Lady Llagar", a la que presentó como su mejor amiga, que también se subió al pequeño escenario que se ha instalado en la plaza para contribuir al espectáculo. "Son la bomba. Por lo menos empiezo las fiestas riéndome", afirmaba Sonia Díaz mientras se tomaba un litro de cerveza con unos amigos.

Las casetas del Paseo del Bombé, que este año sustituyen a las de Gastromateo, no hicieron precisamente el agosto. Alrededor de las diez de la noche había bastantes mesas libres y ningún problema para acceder a las barras. "La verdad es que a mí no me importa que no haya mucha gente porque he venido a cenar algo y no me gustan los barullos mientras como. Aquí se está muy bien", afirmaba el ovetense Ramón Menéndez. Noelia Suárez, que trabaja en una de las casetas, no era de la misma opinión. "Esperemos que la cosa mejore en los próximos días porque hoy no va bien la cosa", reconocía.