El tripartito (Somos, PSOE e IU) quiere alargar el tramo limitado a 50 kilómetros por hora en la entrada a Oviedo por la autopista "Y", que desde hace meses se llama bulevar de San Julián de los Prados. La idea del gobierno es que los coches reduzcan su velocidad a 50 kilómetros por hora ya desde el cartel que indica la entrada a Oviedo, donde actualmente hay una señal de limitación de 90 km/h, y no desde el puente de Ventanielles, que a día de hoy es donde figura la primera señal de limitación a 50.

Las intenciones del tripartito fueron anunciadas ayer por los concejales Ana Taboada e Ignacio Fernández del Páramo (Somos), durante la presentación de unos talleres relacionados con el bulevar de Santullano, una zona donde muchos conductores son multados por exceso de velocidad. Ambos ediles explicaron que el gobierno local envió la semana pasada por escrito a la concejalía de Infraestructuras del Principado (PSOE) un plan que busca reducir el impacto del tráfico en la zona, que quieren modificar y hacerla más peatonal.

La propuesta está enviada, pero de momento Infraestructuras no ha cursado ninguna contestación. El papel del Principado aquí está en la desaceleración. Si el tripartito pone una limitación de 50 donde el cartel de Oviedo, el Principado tendría que asumir la desaceleración en el tramo de carretera que ya le pertenece. Es decir, la administración regional tendría que colocar señales de 70 y de 90 en algunos puntos antes de llegar a la entrada a la ciudad.

Actualmente, la desaceleración se produce ya en la ciudad. Al llegar al cartel de "Oviedo", ha y una señal de 90 km/h. La de 70 está aproximadamente a la altura del puente del Rubín, varios centenares de metros más adelante. Y la señal de 50 está donde el puente de Ventanielles, a aproximadamente 1,2 kilómetros del cartel de la ciudad.

La urbanización de esa zona es una de las grandes apuestas de la concejalía de Urbanismo (Somos), dentro de un plan mayor que incluye cambiar el urbanismo de zonas como la de Guillén Lafuerza, Santullano o La Vega. El siguiente paso, además de cambiar las velocidades (todavía no hay fecha, el Ayuntamiento espera la respuesta del Principado) es la peatonalización de distintas zonas del entorno y la colocación de nuevos pasos de cebra.