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El adiós de Tino Casal 25 años después

Se cumple hoy el aniversario de la muerte del cantante, evocado estos días con conciertos, discos, libros y conferencias

Imagen de Tino Casal en 1985.

Víctor Casal, primo de Tino Casal, contaba en el homenaje que se le hizo al cantante en el Paraninfo, que solía ir en los coches en el asiento de atrás. Justamente ese día iba en el asiento delantero. Ese día fue el 22 de septiembre de 1991, hace 25 años, cuando Casal falleció tras chocar el turismo en el que viajaba contra una farola, a la altura del Puente de los Franceses de Madrid. Su muerte causaba una gran conmoción en la escena musical nacional y sobre todo en Asturias. A su funeral, en su casa, Tudela Veguín, asistieron centenares de personas. Le rodeaban familiares, amigos, vecinos y músicos. La conmoción fue absoluta. Baste como muestra el sentir de sus compañeros de viaje artístico en sus orígenes recogido en la NUEVA ESPAÑA el 25 de septiembre de ese mismo año: "Yo no lo veo como el artista. Sólo observo a un gran amigo. Le llamábamos 'el chiquillo', era el benjamín de 'Los Archiduques'", comentaba Claudio Menéndez, acompañado de Bastarrica y "El Nenu", historia viva de "Los Archiduques", junto a Tino Casal. Menéndez recordaba en la charla del Paraninfo el "corazón de oro" del de Tudela Veguín y su gran genio para el arte. Massiel, que asistió al funeral, pedía entonces algo que ahora está en plena actualidad en la vida y obra del artista: "Sus amigos deberían exponer sus pinturas como homenaje", decía.

"Tino nos dejó, pero su proyecto sigue a través de sus cuadros y su música. Él se dio ánimos para vivir cuando pasó por su enfermedad", dijo en su homilía de entonces el párroco Ángel Cuervo Arango. Enfermedad de la que se había recuperado tras mucha lucha y de cuyo proceso y planes hablaba un año antes del suceso con una serie de amigos a las puertas de Factory (hoy Tribeca). Curiosamente comentaba que su proyecto inmediato iba a ser la versión de "Eloise".

Fueron los días tristes que invadieron a la música, a Tudela Veguín, a Asturias, a España y un poco del mundo? Como se solía decir, "antes de hacer el viaje Tudela Veguín-Madrid, que era lo habitual para entrar en la escena, Tino hacía el de Tudela Veguín-Londres".

A partir de ahí, sus canciones, su música y su figura se fueron agrandando hasta el infinito. Son numerosos los fans de Casal de generaciones recientes y de las últimas hornadas enganchadas desde que sus piezas volvieron a la plena actualidad y a estar en las listas de éxitos con las remezclas y versiones de "Casal vive" en 2000, al que siguieron otros similares y ahora un recopilatorio.

Una vida llena de historias, de anécdotas, de arte que ha reflejado con pulcritud Gerardo Quinta, el biógrafo del cantante cuyo libro "Tino Casal, más allá de embrujo" es de lectura obligatoria: "Fue un incomprendido en su época y las retinas de los años ochenta no estaban preparadas; pero ahora parece que todo el mundo se sube al carro", dice Quintana, que da fe de la magnitud de Casal ya que, cuenta en su libro, que Bowie llegó a escuchar la versión de "Life on Mars" que había hecho Tino Casal. "De hecho Bowie se quedó con el vinilo", 'Neocasal'", puntualiza.

A Casal se le fue dando valor en su justa medida con el paso del tiempo, como suele ocurrir cuando alguien se va para no volver. Y para que nada falte también se extendieron las leyendas, como que si "Bowie había estado en su funeral" o, como recordaba un fan en la charla de la Universidad, si hubo posibilidad de que fuera el sustituto de Freddie Mercury en "Queen".

Y es que Casal llevaba su estética y su arte en vena hasta el punto que en su día se manejó la idea de que protagonizara "El fantasma de la ópera", como recordaba en un artículo Julián Ruiz. Al respecto explicaba Nacho Artime, el autor teatral que iba a ponerlo en marcha, que estuvieron a punto pero que en aquel entonces no estaban los teatros preparados para tal obra. De hecho, explica Artime, luego no funcionó como debiera.

Bien, ahora, coincidiendo con el aniversario de su muerte, parece que los proyectos saltan por todos los lugares. Sólo falta que alguno de ellos se lleve a buen puerto, lo que sería ciertamente una muy buena manera de mantener su legado. Y como se comentó en el Paraninfo ya se prepara una especie de museo para colocar y cuidar su obra escultórica y pictórica. La musical vuela sola.

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