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Por tierras de caso

Vega Pociello, tan cerca del cielo

La ascensión desde Tarna ofrece un espectáculo apenas moldeado por la mano del hombre l El camino discurre bajo los avellanos y junto al río

La ruta que va desde el pueblo casín de Tarna hasta Vega Pociello, en el Parque Natural de Redes, puede iniciarse desde Oviedo, a través de la autopista A-66 para llegar hasta Mieres donde se toma la AS- 17. Iniciamos el recorrido en el pueblo de Tarna, donde cogemos un sendero que sale a la derecha de la ruta del Tabayón del Mongayo, el mismo por el que se regresa, en caso de hacerla de modo circular.

El camino discurre bajo los avellanos, entre el río, los prados y la carretera. A un kilómetro aproximadamente salimos a la carretera AS-117, transitando unos metros por ella, hasta que nos encontramos con un camino a la izquierda.

En este punto comienza propiamente el camino. Puede dejarse el vehículo en algunos de los ensanches de la carretera. Seguimos por el camino que desciende en busca del río Nalón, ignorando el desvío que nos sale a la izquierda y siguiendo el camino más marcado que nos conduce al Puente el Corral.

El puente del Corral o del Pociellu. Nada más cruzar el puente vemos a la derecha un estrecho sendero que desciende al río. Si lo seguimos encontramos una fuente de agua fría que surge debajo de una gran haya. Ascendemos por la pista de tierra, que en algunos momentos se transforma en piso en hormigón, por la ladera de los Pandos de la Ramaona, a través del valle del río Pociello. A unos diez minutos de cruzar el puente nos encontramos con un camino a la izquierda, que ignoramos, debiendo seguir por el de la derecha que asciende ligeramente. Según ascendemos tenemos preciosas vistas del Cueto Negro así como de la cascada del Tabayón, aproximadamente a la media hora de haber cogido el camino. La pista discurre bajo la espesa cubierta vegetal de avellanos, robles y hayas conduciéndonos a la majada del L´Ablanosina, que tiene cinco cabañas dispersas y es la antesala de la Majada de la Ablanosa, a la cual llegamos poco después.

Hacia la majada de la Ablanosa. Llegamos a una especie de plaza en medio de la majada donde existe un buen abrevadero donde reponer agua y desde donde tenemos una excelente vista de Cueto Negro. Esta majada fue comprada por los vecinos de Bezanes a los de Tanes. La componen casi una veintena de cabañas en perfecto estado, alguna de las cuales tiene hasta una barbacoa. Desde el abrevadero tenemos una buena vista del Cueto Negro, la Sierra de Pries y el hayedo de Fabucao, por el que ascenderemos hasta Vega Pociello. Transitamos por la pista que sale a la izquierda, junto a otras dos cabañas, una de las cuales tiene la techumbre de tablones de madera, así como un hermoso roble a la derecha, conocido como "El Roblon de Salvador" al cual un rayo le hizo un agujero.

Un poco más adelante hay una pista que sube y otra que va prácticamente llana. La ruta va por la pista de la izquierda (la llana) que se dirige hacia una pequeña riega, y que en muy poco tiempo nos conduce junto a un sendero que sale a la derecha y que tiene una señal de madera situada a nuestra derecha la cual nos indica el camino hacia la vega.

El camino está perfectamente marcado. Discurre bajo la sombra que nos proporcionan las hayas. Merecen la pena pararse a observar las grandes y retorcidas hayas totalmente cubiertas de musgo. Seguimos en cómoda subida, escuchando el runruneo del río que llevamos por debajo a la izquierda hasta llegar a Vegapociello. Entramos por un estrecho sendero entre los altísimos piornos y al final llegamos a la pradera.

Toda la belleza del Parque de Redes. Estamos en uno de los lugares más hermosos del Parque Natural de Redes. Es una pradera asentada en un valle glaciar y rodeada por la Sierra de Pries, al norte, la del Mongayo al sur y sureste y cerrada al este por el macizo del Cueto Negro. En la vega existen varias cabañas todavía en uso, alguna de las cuales tiene la techumbre de tablas de madera, haciendo un fuerte contraste con la que está al lado de tejado de uralita. Todo esto junto con las montañas rodean la vega dan a este lugar un encanto especial. Conviene no acercarnos a la parte más alta de la vega, totalmente encharcada, debido a los numerosos arroyos que forman el río L´Ablanosa. Si miramos hacia donde hemos venido destacan el Tiatordos y el Cueto Negro sobre los piornales que cubren la salida y que si no se remedia, en pocos años la taparán por completo.

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