Era un bonito navío de línea de dos puentes y setenta cañones. Aunque el nombre que lucía en su popa era el de "San Ignacio de Loyola", pasaría a los anales de la historia de la Armada española como el "Glorioso", sobrenombre ganado a pulso por toda su tripulación, desde paje hasta capitán, durante sus enfrentamientos contra los ingleses.

La historia apasionante de mar y guerra de este buque y de sus hombres fue contada ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, con pasión y documentación histórica, por el capitán Agustín Pacheco, responsable de la Sala de Investigadores del Archivo General Militar de Madrid, mientras presentaba su libro: "El Glorioso", que subtituló "Una de las grandes gestas de la Marina española".

El acto, organizado en colaboración con la Asociación ARES de Reservistas Españoles, fue presentado por Fernando Brinquis, capitán de navío y comandante naval de Gijón, y en él, además del autor, intervino Benigno Maújo, abogado, alférez auditor y delegado de ARES en Asturias.

"El libro está muy documentado tras dos años de intensa investigación en distintos archivos, y relata de forma fácil y amena el ciclo de la vida de este buque entre los años 1739 y 1749", comentó Brinquis a modo de introducción.

El autor de la singular publicación, de obligada lectura para todos los estudiosos y aficionados a la historia naval, explicó que el "Glorioso" salió del puerto de La Habana al mando del capitán de navío Pedro Messía de la Cerda, "transportando en sus bodegas cuatro millones de pesos en monedas de plata, el equivalente a cuatro mil quinientos millones de euros, que finalmente logró descargar en el puerto gallego de Corcubión".

Pero no fue tarea fácil, explicó el autor. El 15 de julio, cerca de las Azores, el navío se topó con un convoy inglés escoltado por tres barcos de guerra que casi lo doblaban en número de cañones, el navío "Warwick", la fragata "Lark" y un bergantín. Del combate salió airoso, igual que de los otros tres a los que se tuvo que enfrentar antes de recalar en el cabo Finisterre. Empezaba la leyenda.

"La historia de este buque es tan apasionante como heroica, y representa muchos de los valores de la Marina española", resumió a modo de conclusión Agustín Pacheco.