"Se puede ser feliz con una discapacidad o con una enfermedad crónica", según el psicólogo Antonio Aguado. Para ello hay que recurrir a habilidades como la resiliencia, buscar el apoyo familiar y social y, por supuesto, un equipo médico multidisciplinar. El psicólogo intervino ayer en el Club de la Salud, que se desarrolla en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, junto a su colega de profesión Fernando Albuerne, con una charla sobre cómo convivir con la enfermedad crónica.

El proceso de adaptación a la enfermedad crónica depende de las características personales de cada individuo y de su entorno, según Aguado. La implicación personal es fundamental para afrontar la enfermedad crónica, agregó. "Es importante que la persona vea que puede hacer algo", indicó. Otro concepto en el que hizo hincapié es la resiliencia, "la capacidad que tienen los seres humanos de sobreponerse a los acontecimientos traumáticos y al mismo tiempo resultar favorecido, encontrar algo a lo que agarrarse".

Hay conductas de afrontamiento que son eficaces: reestructuración cognitiva, planificación, búsqueda de apoyo social, revalorización positiva, aceptación, buen humor y búsqueda de información, enumeró. "El apoyo familiar es fundamental", señaló el psicólogo. También es importante, añadió, recurrir a asociaciones de enfermos crónicos. En el polo opuesto, desaconsejó las conductas de escape, la minimizacion de la amenaza y la culpabilización.

Tres años después de padecer una lesión medular, según un estudio realizado sobre 118 enfermos, sólo el 22 por ciento tenía una depresión alta, según Antonio Aguado.

El psicólogo citó una investigación sobre envejecimiento en personas con diagnósticos de enfermedades crónicas graves, cuyas conclusiones van en la misma dirección. "La depresión no es la única respuesta ni la más frecuente, caben muchas otras respuestas de adaptación", advirtió. Y acabó su intervención con citas de varios autores, entre ellos Viktor Frankl y Rabindranath Tagore, y el poema "A un olmo seco", de Antonio Machado.

Fernando Albuerne planteó que "la enfermedad crónica ha llegado para quedarse, es tozuda. No elegimos enfermar, pero ¿podemos elegir cómo queremos vivir esa situación?". "La vida es un baile, o bailamos o nos quedamos sentados en la silla viendo cómo bailan otras parejas", comentó.

"No somos nuestra enfermedad, somos mucho más que una enfermedad", recalcó, e invitó a los asistentes a preguntarse si quieren vivir con la pena o aprovechar la salud que les queda. "Hay que fijarse en lo que tenemos de salud o enrocarse en la enfermedad. La salud no dura siempre, se va a quebrar algún día", añadió.

"Vamos tocados del ala, con un ala rota, pero con la otra intacta y con ella tenemos que volar", declaró Albuerne, quien leyó unos versos, en su caso de Martín Descalzo, que, según refirió, padeció una grave enfermedad crónica que no le impidió escribir. Y cito a Jung: "No estamos aquí para sanar nuestras enfermedades, sino para que nuestras enfermedades nos sanen".

En la web del Teléfono de la Esperanza pueden formalizarse la inscripciones para participar en el taller que la asociación impartirá sobre cómo afrontar la enfermedad crónica, que empieza el próximo 18 de octubre.