"La gente está demostrando estos días tener una conmovedora confianza en la influencia de la prensa. Lo está demostrando a propósito de esa serie de restricciones de agua que la ciudad está padeciendo, cada vez con menos resignación y mansedumbre. El teléfono y el correo nos traen diariamente lamentaciones y peticiones sin cuento. Hay varias zonas en la ciudad que llevan tres días sin agua, lo cual no deja de ser una monstruosidad. Cientos de familias tienen que andar de un lado para otro en busca del agua indispensable para satisfacer las más elementales necesidades".