El Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acogió ayer la presentación de un libro que está llamado a convertirse en una herramienta fundamental para configurar los programas educativos que ofrecen los museos. "Acción educativa en museos: su calidad desde la evaluación cualitativa" es el resultado de una larga investigación en la que han tomado parte nueve investigadores de cinco universidades españolas y representantes de los departamentos de acción cultural de los propios museos. El estudio -coordinado por Roser Calaf y Miguel Ángel Suárez- ofrece soluciones para configurar programaciones culturales de éxito que se ajusten a las necesidades tanto educativas como sociales que demandan sus públicos.

"La mayoría de los museos o las propias administraciones valoran su éxito en función del número de visitantes que tienen, pero eso es un error. Este libro ofrece modelos, herramientas y conceptos para que esas evaluaciones vayan más allá y pasen de ser sólo cuantitativas a convertirse en cualitativas para mejorar la oferta", señala el profesor Mario de Miguel, uno de los que participó en el proyecto. "Las escuelas se ocupan poco de la educación patrimonial de sus alumnos, de enseñarles a cuidar y valorar ese patrimonio. Eso lo hacen mejor los museos, pero con esta publicación se pueden mejorar mucho las cosas", añade De Miguel. Los coordinadores del libro estuvieron en el acto, pero hablaron poco y se limitaron a cederles la palabra al resto de ponentes, que fueron Lucía Peláez, Ana María Fernández y el propio Mario de Miguel.