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Lavadoras, edredones y confusiones divertidas

Las autolavanderías se extienden por la ciudad l Una clienta introdujo un billete de 5 euros doblado por la ranura de las monedas

Ana Álvarez, de espaldas, es atendida por la operaria de una de las autolavanderías de Oviedo. laura caraduje

Las empresas de autolavandería están en auge en Oviedo, y el factor autoservicio ya ha generado anécdotas dignas de las más finas comedias del cine americano. "Una señora llamó al servicio de atención que ponemos a disposición del cliente diciendo que había metido cinco euros y la máquina no funcionaba. Al llegar para comprobarlo, nos encontramos con que, en vez de cambiar en monedas, había doblado un billete de cinco euros y lo había metido por la ranura de las monedas", relata un responsable de una de las empresas que ofrecen este servicio en la ciudad. Ésta es la cara más cómica de un negocio que cada día gana más adeptos.

"Es la segunda vez que vengo, y estoy encantada. Me ofrece la posibilidad de lavar edredones y mantas grandes a un precio asequible", señala Ana Álvarez, usuaria de una de las autolavanderías ovetenses. Estamos ante un negocio aún incipiente, que procede de Sudamérica y de Europa, y que ha llegado a Oviedo hace alrededor de dos años. "Fui el primero en abrir un negocio de este tipo en la ciudad y ha dado muy buenos resultados, tenemos clientela de todo tipo", explica Antonio Pire, de la empresa Ecolaundry.

Buena parte de los clientes suelen llevar piezas muy voluminosas, como edredones o mantas, indica un portavoz de "Tu nueva colada", otra de las compañías que han optado por abrir en la capital del Principado. "Lo que atrae a más gente son piezas demasiado grandes como para lavarlas en la lavadora de casa", matiza.

En estos locales se ponen a disposición del público lavadoras y secadoras que admiten una gran cantidad de prendas. Antonio Pire puntualiza: "Tenemos dos tipos, la máquina grande orientada a las prendas grandes, y la pequeña, que está pensada para solteros, jóvenes que acaban de independizarse, o personas que acaban de tener su primer hijo y acumulan ropa". La vuelta de vacaciones marca un pico de demanda, ya que "la gente acumula mucha ropa sucia, y no quiere lavarla en varias tandas", según fuentes de "Tu nueva colada". En algunos de estos establecimientos también se ofrece un servicio de planchado y costura.

Las dos compañías citadas suman varios locales dispersos por la ciudad. Según ha podido saber este periódico, actualmente está en marcha, o al menos en proyecto, la apertura de más negocios. La moda llegada de América y Centroeuropa parece haber llegado para quedarse, y lejos de la típica imagen del séptimo arte, en la que un hombre espera en calzoncillos mientras lava sus pantalones, los clientes son de lo más variado y formal. Aún así, la adaptación al fenómeno seguirá trayendo anécdotas reseñables. Un ejemplo para rematar: "Estaba en la lavandería y, de repente, oí a una mujer pegar un grito. Tenía la lavadora cerrada y funcionando y había metido la ropa en la secadora", narra uno de los responsables de estas autolavanderías.

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