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La Navidad se construye con poliespán

Alumnos y monitores trabajan en el taller de la calle Ámsterdam, en el que la Asociación Belenista de Oviedo imparte sus cursos. irma collín

Ser capaz de esbozar un dibujo y manejar un cúter sin cortarse son los dos requisitos que la Asociación Belenista de Oviedo exige a quienes están interesados en asistir a sus cursos. Todo lo demás se puede aprender, y para enseñar cómo hacerlo están sus miembros. Desde hace una década comparten sus conocimientos y trucos para conseguir los nacimientos más efectistas desinteresadamente, en las clases que todos los otoños ofrecen gratuitamente en sus locales de la calle Ámsterdan de Oviedo, en el barrio de Teatinos.

Entre sus alumnos hay niños y adultos. El más joven de este año, Mateo Ugidos, tiene doce años, es ovetense y ya es veterano participando en concursos. Las pasadas Navidades ganó el de belenes infantiles en Oviedo con un nacimiento que incluía, según él mismo enumera, "un minicastillo de Herodes, la anunciación a los pastores, el portal...". Quedan tres meses para la próxima Navidad y Ugidos ya tiene en mente su próximo belén, con algunos elementos sorprendentes que se reserva y con el que volverá a concurrir al certamen belenista.

Mateo Ugidos apunta maneras y, como la inmensa mayoría de los alumnos del curso de la Asociación Belenista, ha crecido viendo cómo sus mayores se afanaban en montar el belén cada Navidad. Él suele ayudar a su padre y a su hermano. La ilusión de Felipe Vega es hacerse acompañar por su nieto de siete años y compartir con él la ilusión de recrear con simples planchas de poliespán los escenarios en los que transcurren las escenas navideñas. Vega, jubilado y autodidacta, solía navegar en internet en busca de los secretos de los belenes que admiraba. Ahora, los descubre de primera mano, con los expertos de la Asociación Belenista.

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