Los okupas han desatado la indignación en el barrio de Guillén Lafuerza. El problema se centra en que dos familias entraron en una casa de la calle Rosales hace varias semanas, la destrozaron y la dejaron llena de basura. La vivienda pertenece a una entidad bancaria que desahució al propietario por no pagar la hipoteca. Además, los okupas se marcharon con los canalones de cobre y con los automáticos de la luz. Además, amenazaron a los vecinos que les reprocharon su actitud. Así lo explicó ayer a este periódico Ángel Alonso, miembro de la Asociación de Vecinos Guillén la Fuerza. "Ya presentamos denuncias por estos robos a la Policía Local, porque la situación es insostenible", afirmó. Y en realidad lo continúa siendo, ya que periódicamente "los okupas continúan accediendo a la vivienda", según señaló el representante vecinal, que ahora pide "que se cierre la puerta a cal y canto y que se tapien las ventanas para que no continúen entrando". El líder del PP en la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo, visitó el barrio y se entrevisto con los vecinos sobre este y otras problemáticas que afectan a la zona.