Después de un concurso desierto, ofertas mal presentadas, locales propuestos a medio hacer y la amenaza permanente del reloj, el tripartito local (Somos, PSOE e IU) tiene encima de la mesa una posible solución para uno de los asuntos que más dolores de cabeza le ha causado en los últimos meses: el local para la nueva oficina de recaudación de impuestos que, que si no hay sorpresas de última hora, empezará a funcionar como órgano municipal el próximo mes de enero. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA de distintas fuentes municipales, el Alcalde, Wenceslao López (PSOE), ha encontrado a través de internet un local en el número tres de la calle Matemático Pedrayes que cumple con los requisitos previstos menos con uno: no está a 300 metros del Ayuntamiento, la distancia máxima que se hacía constar en los pliegos de condiciones que quedaron desiertos, sino a un kilómetro.

El local tiene más de 400 metros cuadrados y está listo para acoger de forma inmediata los servicios de cobro y gestión de los tributos, una tarea que actualmente está privatizada en manos de La Auxiliar de Recaudación, empresa que finaliza su prórroga con el Ayuntamiento el próximo 31 de diciembre. Al día siguiente, el servicio se remunicipalizará.

Las gestiones para el análisis de este local, que ya cuenta con el visto bueno de los técnicos, se han llevado con la máxima cautela durante las últimas semanas. Según fuentes municipales, fue el propio Alcalde quien advirtió a los técnicos y a sus socios de la existencia de esta opción tras una búsqueda por internet. El regidor, señalan las mismas fuentes, habría ido incluso a visitarlo acompañado de los especialistas. El local está preparado para reunir todos los servicios relativos a los tributos (mostradores y oficinas para el cobro de las distintas tasas), sin necesidad de realizar ninguna obra de adecuación, un dato que ha convencido a los dirigentes, conscientes de que el tiempo se agota.

La idea que maneja el gobierno a día de hoy es realizar un "contrato negociado" de este local por dos años, 2017 y 2018, para volver a cambiar de sede antes de que acabe el mandato (junio de 2019) con el objetivo de reunir en un sólo local, más amplio y más cercano al Ayuntamiento, no sólo el servicio de Recaudación sino otros utilizados frecuentemente por los ciudadanos (estadística, registro, atención ciudadana...). El objetivo es que los ovetenses puedan hacer la mayoría del papeleo cotidiano municipal en un mismo espacio para evitar pérdidas de tiempo. Una de las opciones que se barajaron en su día pensando en esta idea fue la escuela de adultos ubicada en el Fontán, descartada por la cuantía de las reformas que necesitan. De hecho, el pasado mes de junio el regidor y algunos técnicos llegaron a visitarla.

La búsqueda de un local para la recaudación de impuestos empezó hace meses, después de que se rechazara, en abril, el traslado del servicio a la calle Quintana, sede municipal que actualmente alberga la concejalía de Educación. Los técnicos llegaron a hacer planos de cómo quedarían todos los departamentos, pero rápidamente se constató que era una sede pequeña. En mayo, los tres socios acordaron sacar un pliego para proceder al alquiler, y mientras salían y no salían, se barajó la citada escuela de adultos del Fontán. Los arreglos eran muy caros y se fijó dejarlo como una opción futura.

Los pliegos para el alquiler del local salieron a principios de agosto con los siguientes requisitos: tenía que ser un local que estuviera a un máximo de 300 metros en línea recta del Ayuntamiento, con una superficie de 450 metros cuadrados y con una planta baja, a nivel de calle. Semanas después, llegaron tres ofertas. Una de ellas, en Altamirano, decayó por defectos de forma en la presentación. Las otras dos, un local que ofreció Correos en la calle Campomanes y otro que ofreció la empresa Sotiello XXI en la calle la Lila, fueron rechazadas por varios motivos, entre ellos la necesidad de hacer "grandes reformas" o los defectos de seguridad que presentaba.

Era principios de septiembre y el concurso quedaba desierto. Entonces, con disimulada preocupación, el tripartito aceleró. Se ordenó contactar con agencias inmobiliarias y se empezó a buscar por internet. Salió un local en la calle Fruela, anterior sede de un banco. Al principio daba el pego, pero cuando los técnicos levantaron el falso techo descubrieron que no había sistema de climatización. Hacerlo implicaba un gran gasto, así que se descartó.

Ahora las esperanzas en el gobierno están puestas en el número 3 de la calle Matemático Pedrayes, la propuesta del Alcalde, que ayer, requerido por este periódico, rechazó dar detalles sobre la situación de las negociaciones. Hay en el tripartito quien ve esta opción como la última bala, consciente la mayoría de que el tiempo apremia. Faltan tres meses para que se ponga en macha la remunicipalización del servicio y, de momento, ni hay local ni hay personal, a la espera como se está que se convoquen las 29 plazas de interinos. Ningún socio del tripartito, por ahora, quiere oír hablar de prórrogas.