La construcción del Taj Mahal, el palacio que Mumtaz Mahal le pidió a su marido, el emperador Jahan, en el lecho de muerte, para honrar su memoria, es para el escritor Andrés Pascual (Logroño. 1969), el edificio más bello del mundo y como tal se merecía una novela que narrase su epopeya. El escritor, que ha obtenido con el libro "Taj" el premio Alfonso X El Sabio de novela histórica, relató ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA los pasos que le llevaron a escribir una historia que implicó a 20.000 hombres en el siglo XVII, llena de romanticismo y también de afán de superación.

Al emperador, aficionado a la arquitectura, le dijeron los técnicos que sería imposible edificar nada en el lugar elegido, al lado del río, "eso fue precisamente lo que más le gustó, no hay nada imposible, y la gracia está en hacerlo posible", indicó.

Pascual, abogado desde hace veinte años, contó como la India le fue envolviendo en los viajes que realizó al país, "allí recibí muchas enseñanzas, pero también dosis extremas de romanticismo", señaló. "En Sudáfrica me dijeron 'soy el amo de mi destino' y yo pensaba que aquello era una frase de película. En Tíbet me lo corroboraron y me aseguraron que tenemos la obligación de soñar. Y en la India culminé ese periplo", señaló. Y es que en su opinión, "la India tiene algo que nos llama a todos. Es como si el país entero emitirse una melodía de flauta que tarde o temprano nos llega", añadió.

Pascual, que vive en Londres y es coordinador del aula de Cultura de Vocento en la Rioja, también contó como anécdota que en la capital británica la gente paga unas diez libras por acudir a la presentación de un libro, "algo impensable en España".