Operarios del Ayuntamiento de Oviedo procedieron ayer a la supresión de varias plazas de aparcamiento en un tramo de zona azul situado en la calle Tito Bustillo de Ciudad Naranco, concretamente en una curva cerrada que da acceso a las calles Torrecerredo y Monte Gamonal. La medida, según confirmaron ayer fuentes municipales, responde a criterios de seguridad. "Se ha tomado esa decisión porque los autobuses urbanos tienen muchas dificultades para tomar esa curva. Al llegar a ese tramo de la calle llegan incluso a invadir parte del carril contrario", señalan las mismas fuentes.

Para que esta situación no derive en un accidente, el Ayuntamiento ha decidido retirar esas plazas de aparcamiento y hacer el paso mucho más ancho para el tráfico rodado.

No obstante, esas plazas de aparcamiento no van a perderse. El Ayuntamiento tiene previsto colocar el mismo número de estacionamientos en la zona recta de la calle, antes del entronque con la calle Naranjo de Bulnes. "En ese sentido las cosas quedarán igual, sólo es cuestión de seguridad", recalcan desde el Consistorio.

Embotellamientos

Uno de los problemas que preocupan en Ciudad Naranco son los atascos. Hay horas en el día, sobre todo por las mañanas, en las que los embotellamientos son kilométricos. Una de las calles en las que más atascos se producen es Montes del Sueve. La presencia de un colegio en la parte alta de la vía y el hecho de que la calle sea una de las salidas hacia Nicolás Soria, una de las puertas de entrada al barrio, hace que en ocasiones los conductores tarden más de media hora en atravesarla.

Pero ese no es el único punto conflictivo. Las colas que se forman en la salida hacia la rotonda del antiguo campo de fútbol Luis Oliver también son el centro de las críticas de los vecinos. Los atascos en Ciudad Naranco no son un problema reciente. El Ayuntamiento de Oviedo -tanto el equipo de gobierno actual, como otros anteriores de diferente signo político- lleva muchos años tratando de ponerle freno a los embotellamientos sin llegar a buen puerto. Las discrepancias con el Principado por las opciones para mejorar el flujo en la rotonda y la parálisis del proyecto de ampliación del puente de Nicolás Soria -en manos de ADIF y pendiente desde 1998- son algunas de las causas.