A Wenceslao López (PSOE) le preguntaron el pasado miércoles que si pensaba que la crisis socialista nacional iba a afectar a las relaciones con sus socios (Somos e IU) después de que Podemos rompiera el pacto con los socialistas en Castilla La Mancha y amenazara con hacer lo mismo en otras regiones como Baleares. El regidor ovetense contestó así: "Mi función es trabajar por Oviedo. Tengo opinión (sobre la crisis del PSOE) pero la expondré en el ámbito que corresponda. No debería afectar a las relaciones con los socios de gobierno".
Ese "no debería" así, en condicional, sin afirmarlo tajantemente, tan suspicaz y escéptico, es un reflejo de la desconfianza que reina en el seno del tripartito local (Somos, PSOE e IU). Nadie pone la mano en el fuego por nadie en un gobierno al que le cuesta engrasarse bien para escapar de la convulsión: si no es la remunicipalización de impuestos son los distritos; si no es el Vasco es el Asturcón o la Memoria Histórica.
Somos e IU, que buscan estos días la fórmula para quererse más, aparcaron ayer sus recelos para colocar al Alcalde en el punto de mira. Le acusan de ir por libre y evitar el debate político en los grandes temas, como si sólo existiera el PSOE, y ponen de ejemplos lo ocurrido con El Asturcón, proceso que llevó personalmente el regidor, el follón de la Memoria Histórica, cuyos criterios para renombrar calles salieron sólo de él, y la patata caliente ahora de la remunicipalización de los impuestos, con un recurso judicial que podría tumbar una de las grandes apuestas de la izquierda.
La casualidad, si es que en la política existen las casualidades, es que Somos e IU sitúen en el paredón al regidor justo un día después de que el Alcalde diera por hecho que la crisis del PSOE no se sentiría en Oviedo, con Podemos azuzando para revisar los pactos con los socialistas en toda España e IU diciéndole al PSOE en el Principado que tenga cuidado, que si se abstiene para que gobierne Rajoy va a haber un "mal clima" para sacar los presupuestos.
En Oviedo, Somos e IU dicen que no, que nada de lo que ocurre en Madrid ha tenido que ver en la "crisis de Santullano", como ayer alguien dio en llamar a a esta especie de ultimátum de los socios al regidor. Podemistas y comunistas insisten en que el foco es sólo lo municipal y que el objetivo es que se mejoren aspectos claves en la gestión de Wenceslao López para enderezar el rumbo del gobierno y dulcificar una imagen que todos reconocen tocada. Ahora sólo falta por ver si todo esto fue casualidad.
