Los estudiantes que acuden al cibercentro de la Lila están desesperados. Ya no saben qué hacer para que por las tardes puedan estudiar, como lo hicieron siempre, en estas instalaciones municipales. El problema es que el pasado 15 de febrero expiró el contrato de los dos trabajadores del plan de empleo destinados para supervisar el centro. Fue entonces cuando un grupo de estudiantes comenzó a recoger firmas para exigir al tripartito la apertura de la Lila por las tardes. Lo hicieron tras ponerse en contacto con el Ayuntamiento y recibir la callada por respuesta, denuncian.

"Por las tardes cierra la sala de estudios, y también el salón de actos y la sala de exposiciones, que eran muy utilizadas", explicaron ayer Sonia Carreño y Javier Álvarez, promotores de la iniciativa, durante una reunión a las puertas de la Lila con Agustín Iglesias Caunedo, líder del PP en la ciudad. Carreño explicó que el 17 de febrero envió un correo electrónico al Ayuntamiento, y todavía no tiene respuesta, y que el 6 de abril presentó la primera queja formal por el Registro. Y el 30 de mayo la estudiante presentó en el Registro seiscientas firmas de apoyo. "Tampoco tuve respuesta. Pero no nos vamos a resignar", apuntó Carreño, que afirma que su causa está respaldada por los vecinos y los comerciantes de la zona, que ya tienen en sus escaparates carteles reivindicado la petición estudiantil.

Caunedo aseguró que éste es un ejemplo más "de cómo el tripartito da la espalda a los estudiantes y a los jóvenes, que también recorta el horario en otros centros, al tiempo que incumple un acuerdo del Pleno. Ahora presentaremos una moción porque esto no es de recibo".