Wenceslao López aseguró ayer que no cree que la crisis en el tripartito local (Somos, PSOE e IU) afecte "en sentido negativo" al futuro del gobierno de izquierdas en la ciudad. El regidor socialista señaló que está dispuesto a "considerar" cualquier disfunción en el gobierno que le planteen sus socios, pero matizó que lo hará "si hay un ejemplo concreto" pero nunca "de forma hetérea". El primer edil confirmó que seguirá al frente del ejecutivo local, que dirige desde junio de 2015, porque "no debemos defraudar" en el proyecto de Oviedo. "Haré lo infinitamente posible para conseguir ese objetivo", dijo, "al margen de sentimientos personales" o de lo que "a veces me pide el cuerpo". Preguntado por qué era exactamente lo que le pide "a veces" el cuerpo el Alcalde se rió, restó trascendencia a la frase y evitó entrar en detalle.

La afirmación se produjo al final de una rueda de prensa organizada de forma urgente por el grupo socialista, que no quiso detallar qué concejal iba a comparecer hasta la aparición en la sala de prensa del regidor, que dijo que hablaba en calidad de Alcalde. A su lado estaba Ana Rivas, la portavoz socialista, que no intervino. Y en la sala estuvieron los ediles Ricardo Fernández y Marisa Ponga, además del asesor y la coordinadora del grupo. Diego Valiño se quedó en el grupo municipal.