Un trabajador de 55 años de edad resultó herido grave ayer tras caer desde un andamio cuando se encontraba realizando labores de rehabilitación en un edificio de la calle Cervantes, concretamente en el inmueble conocido por haber sido la residencia de la familia propietaria de la destilería Anís de la Asturiana, en el número 19 de la citada vía.

El suceso se produjo alrededor de las nueve de la mañana. Según algunos de los vecinos de la calle, fue otro hombre que se dirigía a su trabajo el primero que se dio cuenta de que había ocurrido algo grave. Se encontró al herido tirado, inconsciente y con "abundante sangre brotando de la parte posterior de su cabeza". Fue entonces cuando dio la voz de alarma y avisó a los servicios médicos de urgencia.

Según algunos de los testigos que lo habían visto anteriormente, el hombre se encontraba trabajando a una altura aproximada de tres metros antes de precipitarse contra el suelo y golpearse con la cabeza. Cuando llegaron los servicios de urgencias el trabajador presentaba un "traumatismo cranoencefálico grave" y estaba en parada cardiorrespiratoria, por lo que aún es una incógnita si la caída se produjo por esa circunstancia o si el fallo cardiaco vino a raíz del accidente.

Los sanitarios estuvieron reanimando al accidentado en el interior de la UVI móvil durante un periodo de 45 minutos antes de trasladarlo al Hospital Universitario Central de Asturias, donde a última hora de ayer permanecía ingresado. Según fuentes médicas, y a expensas de la evolución del paciente, no se temía por su vida.

El lugar donde se produjo el accidente -una de las calles céntricas de la capital del Principado- provocó que los viandantes y los vecinos de la zona se arremolinaran alrededor del edificio en el que tuvo lugar el accidente. "Al principio pensábamos que estaba muerto porque no se movía, fue un susto enorme. Menos mal que los médicos nos acaban de decir que sigue vivo", explicaba Mateo García, que trabaja en esa misma calle. Los compañeros del accidentado, también estaban muy afectados. "Nosotros no nos enteramos de nada porque estábamos trabajando en el interior del edificio", explicó uno de ellos.