Un joven de 29 años completamente drogado y muy violento dejó un reguero de cinco heridos en la madrugada de ayer domingo tras enfrentarse a un taxista, dos vigilantes de seguridad y dos policías locales. Todo comenzó a las dos de la mañana en la avenida de Torrelavega, cuando agredió de forma espontánea a un taxista que se hallaba de servicio, y terminó en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde el joven sembró el pánico dejando malheridos a dos vigilantes de seguridad y a dos policías locales, además de causar importantes daños en las instalaciones y el mobiliario. Al cierre de esta edición, se encontraba en estado grave en la uci del centro sanitario, como consecuencia de haber ingerido una gran cantidad de diferentes sustancias estupefacientes, entre ellas cocaína y ketamina.

Testigos del suceso aseguraron, en declaraciones a este periódico, que la escena vivida fue "impactante" y que "nunca antes" habían visto a una persona "tan fuera de sí, en un estado tan alterado y descontrolado". Según ha trascendido, una patrulla de la Policía Local se desplazó a la avenida de Torrelavega para atender una llamada de alerta: alguien había agredido a un taxista. Una vez allí, no sin dificultades, detuvieron al presunto agresor. Como se encontraba en un estado muy alterado, además de presentar varios cortes, decidieron trasladarlo al HUCA en calidad de detenido. El grueso de las agresiones se produjo a la entrada de Urgencias, cuando lo bajaron del coche. Fue entonces cuando agredió, en primer lugar, a dos vigilantes de seguridad. El lesionado más grave es uno de los vigilantes, a quien el detenido rompió los ligamentos de un brazo, por lo que es posible que tenga que causar baja. Los dos policías locales que lo trasladaban en el vehículo trataron de reducirlo y terminaron también lesionados en el forcejeo. Finalmente, con la situación controlada, los médicos recomendaron su ingreso en la uci, porque su estado de salud era muy delicado.

Al cierre de esta edición, el hombre permanecía ingresado en el hospital en calidad de detenido y con vigilancia policial de forma permanente. Cuando se recupere será puesto a disposición de la autoridad judicial de guardia para responder por estos hechos. Según ha podido averiguar este diario, se trata de un joven con antecedentes, de quien constan ingresos en el centro penitenciario de Villabona.