Los vaqueros ya están otra vez en casa. La ruta que rememora la alzada ancestral para ganar la cordillera en primavera, y bajar en otoño hacia pastos más favorables y climas suaves en las marinas asturianas, concluyó ayer la primera etapa de la vuelta en el municipio de Las Regueras. Más de un centenar de personas participaron en esta ocasión en la expedición, recuperada hace tres años por descendientes de vaqueros para rendirles homenaje.

La nostalgia, los recuerdos propios o de familia y un sentimiento de pertenencia a una comunidad acompañaron a los caminantes en su recorrido, que discurre por nueve concejos asturianos y uno leonés. El descenso se inició en la localidad babiana de Torrestío y llegará en la próxima etapa hasta los municipios costeros de Corvera y Gozón, que se han unido a este itinerario ganadero, cultural y reivindicativo de un sentimiento que perdura muchas generaciones. Tan sólo quedan cinco ganaderos que realizan, hoy día, la alzada. Baudilio Fernández, uno de ellos, lleva desde los cinco años pasando el puerto de Ventana, "el que más me gusta de Asturias", subraya. Tiene veinte animales en Torrestío que sube a ver con frecuencia. Gran parte de los caminos que usaban los vaqueros son carreteras o vías asfaltadas, o coinciden con tramos del Camín Real.

El descenso se hizo a pie, en coche y a caballo. Algunos lo hacían por vez primera, como el joven jinete Pelayo Suárez, de ocho años, y reguerano de La Braña, que cabalgó al lado de su padre. La salida fue el sábado del pueblo babiano y llegó a la capital quirosana, Bárzana. Por la tarde, tuvo lugar en la Casa de la Cultura la proyección de un vídeo y un debate posterior sobre la alzada. "Había un compromiso de dinamizar los pueblos por los que discurre la ruta. La subida la hicimos por Teverga y la bajada por Quirós, donde llenamos todos los hoteles. Se están cumpliendo los objetivos", explicó la alcaldesa de Las Regueras, Maribel Méndez Ramos.

Ayer domingo salieron de Quirós por la collada de Aciera para pasar por Proaza y Santo Adriano. Llegaron a Biedes para desplazarse después a Santullano a reponer fuerzas con una comida, a base de pote, empanada y arroz con leche. Después llegó un baile de chanos y jotas, colofón a esta larga caminata que en tiempos pretéritos duraba tres días. El sábado 15 terminará la ruta en la costa, saliendo desde Biedes y llegando a Verdicio. Esta actividad es organizada por la Asociación Ruta Vaqueros de Alzada de Torrestío y los ayuntamientos de Las Regueras y San Emiliano (León). Cuentan además con la colaboración de otros consistorios, como los de Quirós, Teverga, Proaza, Santo Adriano, Llanera, Oviedo, Gozón y Corvera.