Miryam Hernández, directora del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, aseguró ayer sobre el fallecimiento la pasada semana de un trabajador que se precipitó de un andamio en la calle Cervantes que "los accidentes laborales, con una caída de tanta altura, tienen la terrible costumbre de convertirse en algo muy grave". Y añadió que "en este caso podría haberse salvado, pero la fatalidad quiso que no ocurriera así". Por este accidente los sindicatos UGT y CC OO convocaron ayer una manifestación y cinco minutos de silencio por el fallecido, que era delegado de prevención de riesgos laborales.