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Por tierras de caso

Viaje al corazón de la Cordillera

El pico Remelende, de ascensión cómoda y sencilla, ofrece unas vistas privilegiadas l En la subida al Moneo destaca la mole de Peña Negra

Viaje al corazón de la Cordillera

El Pico Remelende posee una de las mejores vistas de toda la cordillera Cantábrica. Su ascensión es tan sencilla que puede hacerse con niños. Desde Oviedo hay que llegar al Puerto de Tarna (Caso), y una vez en el alto, desviarse a la derecha por la LE-331 hasta el puerto de Las Señales, ya en León, donde aparcaremos. Desde la explanada del alto vemos una pista que sale en dirección norte y a los pocos metros, a la derecha un estrecho sendero que asciende por una zona de brezos. Llegamos junto a una pequeña laguna, que en verano suele estar seca, donde vemos a la izquierda el Pico Águila y detrás la Peña San Justo.

La senda se escora ligeramente hacia la derecha y llega a una pradera que comunica con la Hoya de la Arenera, donde vemos pequeñas lagunas, y el lugar por donde discurre el camino que va hacia el Tabayón del Mongayo.

El valle de Las Cabañas. Desde este lugar tenemos una excelente vista del valle de las Cabañas y de las minas de mercurio de Escalati. La senda se dirige hacia una vallina que asciende encajonada hasta llegar al Valle Los Carros. Al final de ese camino tenemos dos opciones para llegar al Pico Remelende. La primera consiste en ascender por los brezales hacia la derecha (este) hasta llegar a la cumbre sur, donde encontramos un sendero que nos conduce a los pies del Pico Remelende.

La segunda opción es dirigimos hacia la parte superior del tajo por donde discurre la trocha junto al arroyo Los Carros. Llega un momento en que el arroyo gira a la derecha llegando a un lugar donde parece que nace el río. Dejamos el nacimiento a la derecha para dirigirnos hacia la línea de cumbres. Alcanzamos al collado de Remelende, desde donde tenemos un anticipo de las vistas que disfrutaremos. En el collado vemos una senda que asciende por la divisoria de aguas hasta la cima, en donde se encuentra un buzón de cumbres.

Vistas apabullantes. Hacia el oeste tenemos la peña San Justo, el pico Toneo, la Rapaona, la Rapaína, la peña el Viento, Cascayón, Corteguerón y el pico la Bardera. Hacia el Noroeste aparece el pico Mongayo, los Porrones de Monero y detrás la sierra de Pries y el Canto del Oso, detrás el Cascayón, a la derecha el Campigueños, Tiatordos y Maciedome. Hacia el norte está el pico Llambria, Campigueños, Tiatordos y Maciedome. Por detrás hacia el nordeste aparecen el Piezu, Recuenco, el collado del Zorro; al fondo los Picos de Europa y delante Pileñes y Peña Ten. Hacia el sur vemos el Espiguete, la sierra del Mampodre, con los picos Polinosa, La Cruz Mediodía , Valjarto y el pico Lago encima de la carretera.

Majadas y collados. Abandonamos el pico descendiendo hacia el collado, donde nos dirigimos por la cumbre hacia el pico Mongayo, observando debajo la majada de Moneo así como la carretera que asciende al puerto de Tarna. Seguimos hacia el pico los Porrones de Moneo donde vemos debajo la majada de la Requexada así como una senda a media ladera que se dirige hacia el collado de Musiquiello. Avanzamos por la descarnada cumbre, donde vemos como el brezo apenas tiene altura debido al viento. Encontramos una pequeña construcción circular de piedra a modo de refugio contra el viento.

El nacimiento del Mongayo. Descendemos hacia el collado y luego seguimos ascendiendo hacia el Pico Moneo donde destaca la mole rocosa de peña Negra, así como el valle de la Veguellina donde se encuentra la fuente de Mongayo, nacimiento del río del mismo nombre y origen de la cascada del Tabayón del Mongayo.

Volvemos a descender siempre buscando las trochas que serpentean entre los brezos para llegar al collado de la Requexadina, continuando por la Llastras hasta el Pico la Bardera, donde encontramos un gran hito de piedra. Una vez en él vemos en todo su esplendor la sierra de Pries con su cima, el Canto del Oso, y a la izquierda el collado de Arenas, lugar de acceso a la majada de Valdebezón y Brañagallones y detrás de ella la peña el Viento. A nuestros pies, por debajo del hayedo de Fabucao está la bella majada de Vegapociello y la estación de esquí de San Isidro.

Continuamos el descenso por la ladera desde la que vemos Vegapociello. Desde el collado giramos hacia el sur, dirigiéndonos hacia la vaguada en la que sobresale el pico Águila y algo más lejos el pico Lago. Una vez en ella descendemos junto al arroyo, llegando junto a unas piedras. Poco después nos encontramos con una trocha que desciende hacia el valle Los Carros. Tras pasar el arroyo se gira a la derecha para llegar a la carretera general.

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