Una fuga de gasóleo de un depósito de la Residencia de las Esclavas del Sagrado Corazón, en la calle González del Valle, sembró ayer la alarma en el entorno, especialmente en Uría. Los trabajadores de la tienda de telefonía del número 5 llamaron a los bomberos de Oviedo hacia las 19 horas porque notaban "un fuerte olor a gas" desde la mañana e incluso una empleada se había sentido indispuesta. Los agentes acudieron de inmediato y avisaron también a la empresa Gas de Asturias ante la posibilidad de una intervención conjunta.
La dotación desplazada detectó que se trataba de un olor a carburante, en concreto gasóleo, pero mantuvo el protocolo establecido y realizó mediciones de gas en diferentes puntos del centro.
Finalmente, localizaron el origen del fuerte olor en la calle González del Valle, en concreto en un inmueble de la congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón. Un depósito de la sala de presión presentaba "una importante fuga de gasóleo" por lo que los bomberos tuvieron que desconectar el sistema hasta que cesara la pérdida. En total, salieron de allí entre 1.500 y 1.800 litros de carburante. La situación quedó bajo control hacia las 20.15 horas, cuando los bomberos abandonaron el lugar.
Tanto en Uría como en González del Valle los transeúntes se echaron las manos a la cabeza al ver a los bomberos, que iban y venían registrando locales y manejando medidores de gas junto a operarios de Gas Asturias. Algunos temían un episodio similar al sucedido el 7 de abril en el número 58 de Uría, donde un incendio acabó con la vida del bombero Eloy Palacio Alonso cuando realizaba tareas de enfriamiento de las estructura del edificio calcinado. En aquella ocasión, la totalidad de los efectivos de los bomberos de Oviedo acudieron a sofocar las llamas junto a refuerzos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) y diversas localidades asturianas, hasta el colapso del inmueble y el fatal desenlace.