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La menguante tarta del presupuesto

La factura del Calatrava y "Villa Magdalena" empuja a los miembros del tripartito a una dura lucha para que sus áreas no se queden sin inversiones

La menguante tarta del presupuesto

El tripartito ovetense (Somos, PSOE e IU) lleva año y medio tratando sin éxito de que el ruido de sables de sus pugnas internas no salga de los despachos del Ayuntamiento. Y si hasta con temas de perfil bajo hay juntas de gobierno que acaban a bocinazos y entre sollozos, la negociación del presupuesto del próximo año, el segundo de la era del ayuntamiento del cambio, va camino de convertirse en una pugna -ya se verá si más o menos pública- por el menguante trozo del pastel presupuestario que suponen las inversiones reales.

Básicamente porque el tripartito tiene que hacer frente a la herencia de la factura -más de 60 millones de euros- del Calatrava y "Villa Magdalena". Pero también tiene en su haber las promesas incumplidas en forma de obras presupuestadas este año y no ejecutadas, fundamentalmente en los barrios y en la zona rural. Y aquí pueden empezar los problemas. El amo de la caja -el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos)- ya tiene sobre su mesa la carta a los Reyes de Magos de cada concejalía (obras, aumento de personal...). La receta casi suma -sin contar el Calatrava y "Villa Magdalena"- 60 millones de euros. Y para este "viaje" el fondo de armario -a la espera de conocer el superávit del presupuesto de este año- es de unos 10 millones.

Es decir, de un tarta de seis trozos los colegas del tripartito sólo se podrán "zampar" uno. Y claro, a dividir entre tres. Aquí empieza el dilema. ¿Qué promesa hecha a los "míos" dejó atrás? Los primeros en poner las cosas claras han sido los podemistas. Las obras del área de Educación (ampliar comedores, poner cubiertas en las pistas deportivas de algunos colegios...) no se tocan. Tampoco el plan para darle una vuelta al Campo San Francisco.

Somos tampoco renunciará al millón de euros con el que quiere empezar a "imaginar" el bulevar de la "Y". En esto los podemistas coinciden con IU. La gran confluencia del tripartito pasa por inyectar más dinero para contratar interinos. Y a partir de aquí... El PSOE, el grupo al que pertenece el alcalde, Wenceslao López, no quiere oír hablar de líneas rojas. "Nuestras prioridades son como gobierno, no por áreas. El presupuesto debe hacerse pensando en el bien del municipio, no en el de las concejalías", advertían ayer los socialistas. Talante zapateril, pero también aviso a navegantes: "Si nuestros socios van por áreas, cambiaremos el planteamiento".

Y en estas IU, el socio minoritario del tripartito, al igual que los podemistas, ya ha comenzado a poner nombre y apellidos a su trozo del pastel. Obras no ejecutadas en la zona rural (Olloniego, Trubia, Tudela Agüeria, Tudela Veguín...), dinero para comprar el suelo y poner en marcha el proyecto para el museo de cerámica de Faro, una auditoría externa para fiscalizar el cumplimiento de las grandes contratas, otra para estudiar la deuda ilegítima (Calatrava, "Villa Magdalena"...), asegurar el dinero para cultura, un "pellizco" para estudios de qué hacer con la Fábrica de Armas de la Vega y actuaciones puntuales en los terrenos del viejo Hospital. En el tema de los recortes, los comunistas disparan con posta: acabar "ya" con la subvención a los Premios Princesa. El PSOE no quiere y Somos apuesta por hacerlo a "mordisquitos".

Entre medias, el Alcalde, que ayer respondía "no sé" a la pregunta de si el tripartito tendrá aprobado el presupuesto antes de finales de año o habrá prórroga. "Se nos ha retrasado un poco por el tema de personal", alegó confiando en que el presupuesto político -el del reparto, luego llegará el largo trámite burocrático- se cierre la semana próxima. Otra cosa será si la distribución de la menguante tarta presupuestaria llegará con lío o sin el.

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