El año pasado, cinco de seis. Este año, siete de siete. El servicio de otorrinolaringología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha repetido paseo triunfal en el congreso nacional de la especialidad, celebrado en Sevilla este pasado fin de semana, al llevarse la totalidad de los premios (uno de ellos compartido) que se otorgan en esta cita anual.

"Que sepamos, es la primera vez que un hospital copa todos los premios. Más que un logro individual, supone un reconocimiento a la labor de todo el equipo ya que, en un apartado u otro, tanto médicos adjuntos como residentes han colaborado como coautores", destacó ayer José Luis Llorente, jefe del servicio de otorrino del HUCA.

A juicio del doctor Llorente, "será muy difícil que en el futuro vuelva a repetirse un éxito así". "Este tipo de premios no deben producirnos vanagloria, pero evidentemente significan que estamos al día, que no nos conformamos con una visión rutinaria de nuestra especialidad", agregó el responsable del servicio.

Los galardones recibidos corresponden a las modalidades de mejor tesis doctoral (Rafael Sánchez), mejor trabajo publicado en "Acta Española de ORL" en 2016 (Fernando López y otros), mejor trabajo clínico publicado en una revista internacional (Fernando López y otros), mejor trabajo de investigación publicado en una revista internacional (Juan Pablo Rodrigo y otros), premio del Fórum de Investigación (Gabriela Muñoz y otros), mejor comunicación oral presentada durante el congreso (María Costales y otros) y mejor póster (Gabriela Muñoz y otros).

Diagnóstico de la sordera

En el caso del galardón a la mejor comunicación, el premio al servicio de otorrino del HUCA ha sido compartido con Rubén Cabanillas y Juan Cadiñanos, del Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA). Este último centro cumple precisamente hoy cinco años de actividad. El trabajo premiado lleva por título "Diagnóstico genético de las hipoacusias mediante secuenciación de nueva generación". El IMOMA, el HUCA y la empresa Dreamgenics han desarrollado una tecnología pionera que permite identificar la causa genética de las sorderas en un 70 por ciento de los pacientes (hasta la fecha, la tasa de diagnóstico se situaba entre el 15 y el 30 por ciento).