La comunidad educativa del colegio Santa María del Naranco Alter Vía permanece en alerta tras haberse detectado un posible caso de meningitis meningocócica -la versión más grave al ser de origen bacteriano y no vírico- en una de las clases del ciclo de infantil. La afectada, una niña de cinco años, ingresó en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) el pasado lunes con fuertes dolores de cabeza, una fiebre muy alta y las manchas características de esta peligrosa infección, por lo que tuvo que mantenerse aislada hasta ayer en el área pediátrica de cuidados intensivos. Según mantiene el propio director del centro, Jaime Nicolás Alvarodíaz, la pequeña evoluciona favorablemente. "Gracias a Dios ya la han sacado de la UCI y parece que está mejorando", afirma preocupado Alvarodíaz. Fuentes conocedoras del caso aseguran que los dolores de cabeza de la niña eran tan fuertes "que tuvieron que llegar a sedarla".

El director del colegio sostiene que el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública se puso en contacto con el centro "a las pocas horas de haber ingresado" la pequeña y que desde ese mismo momento se empezaron a "seguir a rajatabla" todos los pasos que marca el protocolo para prevenir posibles contagios entre el resto de alumnos y profesores. "Lo primero que hicimos fue enviar un comunicado a las familias del aula de la alumna afectada y al personal que trabaja en esa clase para que acudiesen a su médico", explica. Como medida de prevención, los niños tuvieron que tomar un antibiótico cada doce horas durante dos días y los adultos una dosis de un fármaco denominado Ciprofloxacina, que cura las infecciones bacterianas. El protocolo, como es lógico, también ordena "estar muy atentos" a la aparición de síntomas "como la rigidez en el cuello, las manchas o la fiebre alta".

Una vez conocida la noticia, en el colegio también se pusieron en marcha las pautas higiénicas recomendadas en el aula de la niña y en otros espacios comunes del centro. "Nos mandaron ventilar bien las clases y limpiar con lejía, pero nosotros fuimos más allá y tiramos todo aquel material didáctico que no puede ser desinfectado y todo aquello que nos generaba la más mínima duda", señala Jaime Nicolás Alvarodíaz. La alumna afectada asiste diariamente al comedor del colegio, donde también se han extremado las medidas higiénicas.

En un principio sólo se avisó a los padres de la clase de la pequeña, ya que "el Servicio de Vigilancia Epidemiológica nos indicó que no era necesario tomar otras medidas ni alarmar injustificadamente al resto de la comunidad educativa". No obstante, en un centro al que acuden diariamente alrededor de 1.900 alumnos, no tardó en propagarse la noticia, por lo que la dirección decidió ayer enviar un comunicado a todos los padres del colegio. "De las consultas recibidas por algunas familias hemos deducido que pudiera haberse despertado cierta preocupación en torno a este tema, por lo que, a través de la presente nota, queremos transmitirles que desde el colegio se siguen y se seguirán escrupulosamente las medidas que prescriban las autoridades sanitarias para garantizar la salud y el bienestar de nuestros alumnos", dice el texto del mensaje. El comunicado incluye además algunos consejos. "Aprovechamos para pedirles que les recuerden a sus hijos las normas higiénicas básicas que le protegerán de posibles contagios", entre las que se incluyen "un correcto lavado de manos, no beber de la botella de un compañero o evitar meter en la boca lápices y otros materiales escolares", añade el texto. El director del colegio, que sigue pendiente a diario del estado de salud de la alumna, afirma que su equipo está dispuesto a "anteponer la salud a cualquier otra cosa" y que continuarán en contacto directo con Salud Pública "para hacer todo lo que nos manden".